Una quinta parte de los catalanes cree que el origen del coronavirus no fue fortuito. Defienden que había una voluntad detrás, tal y como se ha visto reflejado en una encuesta realizada por el Centre d'Estudis d'Opinió.
Un 23,8% está de acuerdo en que el virus es artificial, mientras que un 20% cree que su propagación ha sido deliberada por un grupo de personas poderosas que quieren ganar dinero.
Tal y como se explica en Nació Digital, otro 19,8% dice que la propagación ha sido causada por un país para desestabilizar al resto.