La Comisión Europea ha confirmado este jueves que, a partir de mañana, Estados Unidos aplicará aranceles del 15% a la mayoría de exportaciones europeas, incluido el vino. Aunque Bruselas mantiene negociaciones abiertas con Washington para intentar conseguir una exención para el sector vitivinícola, los nuevos gravámenes entran en vigor mientras se ultiman los detalles del acuerdo comercial firmado el domingo pasado en Escocia entre la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, y el presidente estadounidense, Donald Trump.
Según el portavoz comunitario de Comercio, Olof Gill, “la Comisión sigue trabajando para conseguir el máximo de exenciones posibles”, pero ha admitido que el vino y los licores europeos no estarán incluidos en el primer paquete de exenciones que Washington anunciará este viernes. Esto implica que, al menos de momento, se aplicará un arancel general del 15% a estos productos.
El pacto comercial entre la UE y EE. UU. pretende poner fin a la escalada arancelaria impulsada por Trump, aunque aún deben concretarse las condiciones para sectores estratégicos como el farmacéutico. El ejecutivo comunitario espera una declaración conjunta con la Casa Blanca para aclarar cómo se desplegarán los aranceles por sectores, pero ha reconocido que esta declaración no será legalmente vinculante.

Impacto en el sector del cava: "Un 10% de caída en ventas"
La noticia ha tenido un impacto inmediato entre los productores de vino y espumosos. La Asociación de Elaboradores de Cava (AECAVA) calcula que las ventas de cava en EE. UU. podrían caer al menos un 10% durante los próximos seis meses. “Es una mala noticia para el sector”, ha lamentado el presidente de la entidad, Joaquim Tosas, que ha valorado positivamente que “al menos ahora sabemos a qué nos enfrentamos después de meses de incertidumbre”.
EE. UU. es el segundo mercado de exportación para el cava, con 18 millones de botellas vendidas en 2024, un 12% del total exportado. Tosas ha reconocido que el anuncio de hoy confirma temores latentes dentro del sector, el cual nota que los continuos giros en la política comercial estadounidense han paralizado pedidos y afectado la planificación de muchas empresas.
El presidente de AECAVA también ha criticado el hecho de que estos aranceles penalicen a los productores europeos, mientras que competidores como Chile, Australia o Argentina no se ven afectados.