El anunciado descuento de 20 céntimos por litro que comienza a aplicarse a partir de esta medianoche ha provocado en los últimos días un descenso de los repostajes y de las cantidades de carburante adquiridas en gasolineras de todo el país, que anticipan más tráfico de clientes e incluso colas este viernes. "Se vende menos de la mitad", confirma en declaraciones a EFE el encargado de una estación de Repsol en el norte de Madrid, que corrobora que sus clientes "están esperando el viernes" para llenar el depósito. La sensación es compartida por una decena de gasolineras de la capital, que registran un movimiento menor desde que el Ejecutivo anticipara el lunes la aprobación de esta rebaja de 20 céntimos para compensar -al menos en parte- la fuerte subida del combustible desde que arrancara la guerra en Ucrania. En Villaverde, los trabajadores de una gasolinera "de bajo coste" observan una caída en el número de clientes que acuden a proveer respecto a las cifras habituales. Además, aquellos que se acercan "repostan cantidades muy bajas, de cinco o diez euros" para llegar al viernes" y volver a llenar. Otras estaciones de servicio no han notado una disminución en el número de consumidores, pero sí que detectan que en general su facturación baja porque se adquiere menos cantidad de carburante. Todas las fuentes consultadas prevén más movimiento a partir del viernes, un día ya de por sí mismo agitado por ser víspera de fin de semana, aunque no todos anticipan grandes colas; la mayoría espera poder "recuperar la actividad normal" a lo largo de la semana que viene. Consultas sobre el descuento y la subida de precios Las dudas sobre el descuento de 20 céntimos por litro se han convertido en protagonistas esta semana en las conversaciones con los clientes, según apuntan los trabajadores del sector consultados, que también reconocen que muchos preguntan por la fuerte subida de los precios de las últimas semanas. Entre los consumidores se siente sorpresa al observar que los precios en algunas gasolineras de bajo coste están ya al mismo nivel o incluso por encima de las grandes. Este jueves por la mañana, en algunas de las estaciones de servicio de la capital se analizaba un bajo número de coches en las zonas de abastecimiento, en contraste con el trasiego del interior de las tiendas o los lavabos. "Muchos de nuestros consumidores se acercan a comprar tabaco o poner aire -a las ruedas- y luego nos preguntan sobre el descuento" relata a EFE una empleada en una gasolinera de Villaverde. La incertidumbre no es monopolio de los clientes, ya que encargados y trabajadores de diferentes estaciones de servicio coinciden a la hora de afirmar que no tienen ninguna información sobre la manera en que se aplicará el descuento a partir de mañana. "Estamos esperando que nos envíen una nota tanto la petrolera como el gestor de sistemas informáticos a ver cómo se hace", lamenta otro empleado.
