El Departamento de Justicia de la Generalitat de Cataluña quiere impulsar nuevas medidas para favorecer que los presos cumplan sus condenas fuera de la prisión, facilitando así la libertad provisional en los delitos menos graves y rebajando la presión dentro de las prisiones catalanas.
Una de estas medidas será impulsar el uso de tobilleras con GPS que rastreen la ubicación en tiempo real de los presos, una herramienta que actualmente solo se aplica a los investigados o condenados por delitos de terrorismo o de violencia machista. La intención es ampliar su uso y aumentar el porcentaje de presos que cumplen su condena en tercer grado o en libertad condicional.

Según recoge la Agencia Catalana de Noticias (ACN), ahora en Cataluña hay cerca de 8.000 personas en prisión, y de estos, un 20% están en prisión provisional, es decir, que esperan a que se celebre su juicio o se les condene.
Por este motivo, Justicia ha preparado una estrategia de quince medidas para ayudar a reducir el internamiento y fomentar el tercer grado o la semilibertad, así como los permisos y salidas de la prisión, la libertad condicional y la libertad provisional. Antes de la pandemia, el porcentaje de presos que estaban en esta situación era del 31,5%, un dato que ha bajado hasta el 25% en los últimos años.

Según los datos que estudia la Generalitat, de los presos que cumplen su condena en prisión, el 26% vuelve a delinquir al salir en libertad, mientras que esta cifra baja al 10% si los presos han disfrutado de la semilibertad. Esto se ve reforzado por el hecho de que el 42% de los reclusos están en prisión provisional esperando juicio o cumpliendo penas inferiores a los dos años.
Tobilleras con GPS
Justicia quiere hacer una prueba piloto con la implantación de las tobilleras con GPS en dos partidos judiciales de Cataluña aún por concretar. Son de color negro, de plástico y muy parecidas a relojes inteligentes.

Los funcionarios del departamento las colocan en el tobillo del investigado con una herramienta que impide que se pueda quitar sin romperla. Emite una señal GPS que se puede personalizar, de manera que la persona no puede salir del área marcada o no puede acercarse a alguna zona concreta, como es el caso de las órdenes de alejamiento.
En caso de que se incumpla la orden, la empresa gestora del sistema hace una llamada a un aparato que el preso debe llevar encima para ver qué ha pasado. Si no responde o la empresa considera que se ha incumplido la medida, alerta a los Mossos d'Esquadra.

Otras medidas para reducir la población interna en las prisiones
Otra medida que Justicia quiere implementar servirá para mejorar las comparecencias periódicas en los juzgados, en las que los condenados deben ir a los juzgados a firmar presencialmente para seguir en libertad.
La Generalitat quiere implementar una aplicación informática que permita a los acusados o condenados firmar con herramientas de biometría que lo identifiquen, de manera que no tendrá que personarse en los juzgados presencialmente y liberará carga de trabajo para los funcionarios y las instalaciones judiciales.
