Casi 60.000 personas aún esperan la valoración de su grado de dependencia, más del doble que hace un año y medio. Y es que, según informa 3cat, el trámite para recibir las ayudas a la dependencia es el segundo por el que la ciudadanía tiene que esperar más.
A pesar de que el pasado diciembre se anunció una inyección de dinero, personal y tecnología para reducir la cola, de momento sólo se ha notado una ligera reducción del tiempo de espera para la valoración del grado de dependencia, que ahora es de cuatro meses y medio.
Cuando finalmente se consigue hacer la valoración, queda hacer la PIA, es decir, establecer a qué recursos tiene derecho cada dependiente: residencia, centro de día, atención domiciliaria... cuatro meses y medio más de espera de media y 35.000 personas en la cola.
Una vez hecha la PIA aún quedará la espera de encontrar una plaza libre en una residencia o centro de día, o que la administración designe a una persona cuidadora. Esto puede conllevar aún más meses de espera, sobre todo en el caso de las plazas públicas de residencia.
Los que más sufren esta situación de colapso son las familias con pocos recursos que, si mientras dura la espera por una plaza pública, no se pueden hacer cargo del familiar dependiente en casa, necesitan pagar a una persona que lo cuide, o una plaza en una residencia privada que puede ascender a unos 2.500 euros mensuales.