Aragonès cree que no tendría sentido una cuestión de confianza de Sánchez

25 de abril de 2024 a las 11:37h

El presidente de la Generalitat, Pere Aragonès, cree que no tendría sentido que el jefe del gobierno español, Pedro Sánchez, se sometiera a una cuestión de confianza: "El problema no deriva de una crisis con los socios de investidura, sino por otras razones", ha argumentado. El también candidato de ERC al 12-M ha añadido que, "ante las amenazas de la ultraderecha, hay que plantar cara siempre". Así ha valorado Aragonès la carta de Sánchez, que el miércoles por la tarde anunció que, a raíz de la apertura de diligencias judiciales contra su mujer, cancelaba su agenda para "reflexionar" si continúa en el cargo. Aragonès ha añadido, en una conferencia en el Colegio de Economistas este jueves, que no hay que dar a la extrema derecha "la victoria que persiguen".

El también candidato de ERC al 12-M ha constatado que la ultraderecha intenta "apartar" de la vida política a quien no piensa como ellos quieren. Y ha concluido que desea que la situación de interinidad de Sánchez "se resuelva lo antes posible". Aragonès ha afirmado que la decisión de Sánchez es "personal", y que empieza y acaba en este sentido.

Así, el presidente de la Generalitat ha añadido que Cataluña ya ha vivido la situación que ahora "puede sentir" Sánchez. El presidente ha puesto como ejemplo a las personas perseguidas por su ideología, algunas de ellas "espiadas" por su "compromiso", en referencia al uso de Pegasus. "Es imprescindible plantar cara siempre", ha reiterado.

Sánchez comparece el lunes

Sánchez difundió ayer por la tarde una carta donde anunciaba que se plantea si quiere continuar o no a la presidencia del gobierno español: "¿Vale la pena todo esto? Sinceramente, no lo sé", escribí en la misiva, donde también avanzaba que comparecerá el lunes para explicarse a la prensa.

"Me urge responderme a la pregunta de si (continuar) vale la pena, a pesar del barro donde la derecha y la ultraderecha pretenden convertir la política. Si tengo que continuar al frente del gobierno o renunciar a este alto honor. A pesar de la caricatura que la derecha y la ultraderecha (...) han intentado hacer de mí, nunca he tenido aferramiento al cargo", remarcaba el líder del PSOE.

¿Elecciones a finales de julio?

Sea cual sea, la decisión no implicaría la convocatoria inmediata de unas elecciones generales. La Constitución establece que no se puede disolver el Congreso hasta que no pase un año desde la última disolución, que se produjo el 28 de mayo de 2023 y se publicó el día 30, de manera quela disolución sólo podría tener lugar a partir de esa fecha de 2024..

Así, si Sánchez opta por esperar y convocar en aquella fecha, las elecciones tendrían lugar a finales del mes de julio. Si dimitiera ahora, su gobierno quedaría en funciones y habría que abrir un proceso de investidura que, en caso de fracasar, iniciaría el calendario electoral.

El artículo 115 de la Constitución establece que el presidente español podrá proponer al Consejo de Ministros la disolución de las Cortes, pero fija que "no procederá una nueva disolución antes de que transcurra un año desde el anterior".

De este modo, una posible disolución de las Cortes con convocatoria de elecciones anticipadas no puede tener lugar como mínimo hasta el 30 de mayo. Si Sánchez esperara a esa fecha para convocar, las elecciones podrían tener lugar el 21 de julio.

En el caso de que Sánchez dimitiera ahora, se activaría lo establecido en el artículo 101 de la Constitución y su gobierno cesaría también y quedaría en funciones hasta que se nombrara un nuevo ejecutivo. Este gobierno, según el mismo artículo, no podría convocar elecciones. Por tanto, se abriría el proceso de investidura.

En este caso, el rey debería hacer una ronda de consultas y proponer un candidato para que pruebe obtener la investidura en el Congreso. Tras una primera investidura fallida, transcurridos dos meses y 54 días se celebrarían nuevas elecciones si ningún otro candidato ha obtenido la confianza de la cámara.

Si Sánchez no dimite, podría optar por plantear una moción de confianza. El artículo 112 de la Constitución dice que la puede plantear en el Congreso de los Diputados, y el 114 establece que si el Congreso le negara su confianza el presidente del gobierno "presentará su dimisión al rey" y se abriría también el proceso de investidura que, en caso de fracasar, abrirá el plazo de dos meses y 54 días para la celebración de elecciones.

La carta de Sánchez ha provocado que buena parte de su gobierno y del partido le hayan pedido que continúe. Este miércoles por la noche su núcleo duro se reunió en La Moncloa con la vicepresidenta María Jesús Montero al frente, según fuentes del ejecutivo español. También estaban, según adelantó la Ser, el titular de Justicia, Félix Bolaños, el de Transportes, Óscar Puente, y el secretario de Organización del PSOE, Santos Cerdán.