Una joven de 22 años y nacionalidad española fue detenida en el exterior de un hotel por apuñalar a un hombre al que confundió con un agente. El titular del juzgado de Instrucción número 1 de Palma, en funciones de guardia, acordó su ingreso en prisión por un delito de tentativa de homicidio. La agresión tuvo lugar en torno a las 4.30 horas del pasado 18 de febrero a las afueras del hotel Playa Sol, situado en el número 244 de la carretera Militar, en Mallorca. La víctima se encontraba tomando cervezas en la barra del bar cuando llegó la ahora detenida junto a otra chica y dos jóvenes de origen árabe.
La agresora se dirigió al recepcionista del hotel y encargado del bar y le preguntó si tenía habitaciones disponibles. El trabajador le informó de que no tenía habitaciones libres y que no se podían quedar. Los jóvenes empezaron a discutir con él y con el hombre, que estaba sentado en la barra del bar y pensaron que era policía: «Te mataremos, acabaremos con tu vida madero de mierda, hijo de puta», le dijeron según el atestado policial. Le echaban la culpa de no poder dormir allí. El recepcionista les pidió que abandonaran el establecimiento porque estaban molestando a los huéspedes que allí se alojaban. Los cuatro jóvenes y el cliente del hotel salieron al exterior y continuaron discutiendo. Una de las mujeres, en un momento dado, le apuñaló en el costado izquierdo y abandonó el lugar junto a sus amigos. La víctima volvió al bar y el recepcionista observó que tenía un agujero en la chaqueta, en la zona del costado izquierdo, y al quitársela observó que tenía la camiseta llena de sangre. El herido se dirigió al centro de salud de Es Trencadors, donde le asistieron. El recepcionista del hotel avisó a la Policía Nacional y varias patrullas se desplazaron enseguida hasta el lugar. La agresora, que tenía una herida en la mano izquierda y restos de sangre por la sudadera y las mallas, volvió al establecimiento hotelero mientras la víctima se estaba entrevistando con los policías y le dijo: «¿Qué estás diciendo, que por tu culpa no nos han dado habitación?». Los agentes le preguntaron por qué tenía una herida en la mano y restos de sangre y la mujer confesó el apuñalamiento: «Sí, sí. He sido yo. ¿Qué pasa?». La agresora quedó detenida.
