Abandonan la búsqueda de Anna y Tomás Gimeno

01 de julio de 2021 a las 07:53h

El barco oceanográfico Ángeles Alvariño ha zarpado este miércoles del puerto de Santa Cruz de Tenerife con rumbo a Cádiz, después de que el juzgado que instruye el caso de doble asesinato de Tomás Gimeno a sus hijas Anna y Olivia haya dado por imposible más hallazgos en el fondo del mar. El barco, cedido por el Instituto Español de Oceanografía para la investigación del caso, ha salido a las 16:20 hora local desde el muelle sur del puerto tinerfeño.

Durante el mes que ha estado en Tenerife, tras sucesivas prórrogas negociadas entre la Delegación del Gobierno, el Gobierno de Canarias y el Ministerio de Ciencia e Innovación, ya que la previsión inicial era que estuviera entre ocho y nueve días, ha contribuido decisivamente a dar casi por cerrado un caso que parecía de difícil resolución.

De hecho, fuentes de la Unidad Central Operativa de la Guardia Civil reconocieron en su momento que se trataba de una de las investigaciones más complejas a las que ha hecho frente por un motivo fundamental: la dificultad de encontrar pistas en la inmensidad del océano.

Con la ayuda de un sonar de barrido lateral y de un robot no tripulado, la tripulación del Ángeles Alvariño localizó el 10 de junio, a unos 1.000 metros de profundidad, y pudo recuperar el cadáver de la mayor de las niñas, Olivia, dentro de una bolsa de deporte lastreada a la ancla de la embarcación de su padre. Junto a esta bolsa había otra de características similares en la que supuestamente Tomás Gimeno introdujo el cuerpo de la más pequeña de sus hijas, Anna, pero estaba rasgada y vacía.

Después de este hallazgo, el Ángeles Alvariño encontró dos botellas de oxígeno en una zona más alejada, donde los investigadores sospechan que Tomás Gimeno se lanzó al mar para suicidarse.