El mundo de la industria de la moda continúa de cabeza para abajo por los nuevos hábitos de compra de los clientes, que se están acostumbrando a comprar a través de internet y eso ha hecho que muchas tiendas físicas dejen de ser rentables.
Recientemente se conoció que Benetton anunció el cierre de 500 tiendas en todo el mundo precisamente por este motivo, con una intención de la empresa de reestructurar su modelo de negocio y enfocarse en las ventas en línea.
Ahora son las marcas Quicksilver, Billabong, Roxy y Volcom las afectadas. En este caso, sin embargo, la situación es más grave, porque la compañía matriz que las engloba todas, Liberated, tres se ha declarado en quiebra. Esto implica que las 124 tiendas que las tres marcas tienen en Estados Unidos deberán cerrar y bajar persianas.
“El equipo de Liberated ha trabajado sin descanso para mantener vivas estas marcas emblemáticas, pero la incertidumbre económica, los cambios en los hábitos de consumo, el aumento del coste de la vida y la inflación han pasado factura”, ha explicado la compañía en un comunicado. La empresa tendría una deuda de entre 100 y 500 millones de dólares.

Así pues, Quicksilver, Roxy, Billabong y Volcom cerrarán 124 tiendas en Estados Unidos, cerrarán sus oficinas corporativas y despedirán a unos 1.400 trabajadores. Se trata de tres marcas muy conocidas también en otros mercados, como en Cataluña, un hecho que ha levantado la preocupación de sus clientes más habituales.
Sin embargo, de momento no parece que las tiendas de Quicksilver, Billabong, Roxy y Volcom en el resto del mundo se tengan que ver afectadas por esta situación, ya que las marcas son propiedad de Authentic Brands Group, que en Estados Unidos se licenció con Liberated para poder operar en el territorio norteamericano.
Según Authentic Brands Group, “todas las licencias que estaban en posesión de Liberated fueron transferidas a otros socios antes de declararse en quiebra, y por lo tanto no peligra el futuro de las marcas, que se seguirán comercializando en línea“.