Una niña de 13 años murió tras sufrir una grave reacción alérgica tras tomarse una taza de chocolate caliente. Según un estudio forense posterior, la falta de EpiPens en la farmacia impidió controlar la reacción y salvar su vida.
Los hechos ocurrieron en febrero de 2023, pero un estudio publicado el pasado mes de agosto ha determinado que la falta de EpiPens en la farmacia fue un factor determinante para la muerte de la Hannah Eniola Angela Ayomipo Jacobs.
La niña se dirigía a una cita con el dentista cuando paró con su madre en un local de Costa Coffee para pedir un chocolate caliente para llevar. La madre indicó al personal de la cafetería que la niña era alergia a los lácteos —también a los huevos o al trigo—, pero cuando llegó al dentista y bebió un poco de su bebida, comenzó a encontrarse mal.
La mujer llevó a la hija a una farmacia próxima a la consulta, donde la mujer pidió un medicamento, que otras veces había ayudado en esta situación, pero no tuvo efectos y la niña entró en parada cardíaca.
La madre pidió, ahora sí, una dosis de adrenalina con EpiPen para la pequeña, pero en la farmacia sólo quedaba una dosis pediátrica que resultó insuficiente para la niña. Esta dosis era de 150 gramos, cuando la niña tenía prescrita una dosis de 500 gramos en caso de ser necesario. Finalmente, la niña murió sin que se pudiera hacer nada para ayudarla.
El estudio realizado por un forense ha determinado que la falta de EpiPens resultó fatal para la chica y ha instado a las autoridades competentes a solucionar un problema que, de repitirse, podría ocasionar más desenlaces similares.