Con un impacto de unos 100.000 habitantes y cerca de los 6 millones de euros en 3 días, Vilanova i la Geltrú acogía la 33ª edición de la Feria de Noviembre. El recinto ferial, siempre abierto al público, volvía a ser al aire libre con más de 65.000 metros cuadrados de exposición. La de ese año reunía a 190 expositores, que suponía un 25% más que el año pasado. Entre las novedades de este año, el espacio de la plaza de la Villa, dedicado a mostrar los sectores emergentes e innovadores de la ciudad.
Una ruta comprendida en 130 stands y 58 carpas a lo largo de la Rambla Principal y de la Paz, se concentraba el comercio local, las entidades, los servicios y la alimentación. Este último, uno de los grandes atractivos año tras año con catas de productos locales, muestra de cervezas artesanas de El Garraf y demostraciones culinarias con paradas de productos típicos de El Garraf y otras zonas de Cataluña.
LAS PROPUESTAS DE LA FERIA
En el Parc de Baix a Mar, se podía encontrar el sector de la automoción y la movilidad, donde se celebró el encuentro de vehículos clásicos, exposición de vehículos históricos y karts eléctricos. Se calcula que se hayan vendido entre los 20 y 30 coches por marca con el reclamo de las ofertas.
En la plaza del Mercado estaba destinado a las actividades familiares con talleres para dibujar, pintar y aprender de forma didáctica. También había juegos de mesa o talleres de manga. En la plaza de Les Neus, dedicado al tiempo de vino, como un espacio representativo de la feria que se realiza en el mes de junio con diferentes bodegas.
Unos días muy coloridos donde se han programado actividades culturales y lúdicas como conciertos, actuaciones de grupos de música locales, pasacalles, y otros espectáculos que han animado las calles de la ciudad durante los días de la feria. También se han llevado a cabo exposiciones y conferencias, lo que convierte la feria en una fiesta para toda la familia.
VILANOVA, CIUDAD INNOVADORA
Bajo el lema “Emerge et Innovate” se quería dar visibilidad a los retos y oportunidades de los sectores emergentes. Propuestas inmersivas como la maqueta de la ciudad ambientada en el siglo XIX, sobre la que se han aplicado diferentes tecnologías emergentes del siglo XXI donde el espectador podía viajar al pasado a diferentes puntos de la ciudad por medio de una representación en 3 dimensiones.
También los pabordes o la FAC (Federaciones Asociaciones por el Carnaval) tuvieron su espacio en 3 días cargados de ocio y fiesta en la ciudad con las músicas del Carnaval. En la zona de El Puerto se concentraron las atracciones donde destacaba una noria con una vista panorámica de todo Vilanova desde primera línea de playa.