El Ayuntamiento de Girona ha decidido ignorar las peticiones de los vecinos y vecinas de la ciudad que reclamaban proteger el parque Jordi Ribagorçana, uno de los pulmones verdes de la ciudad que ahora desaparecerá para poder hacer lugar en el Campus de Salud y en el nuevo hospital Josep Trueta.
El gobierno municipal —formado por Guanyem, Junts y ERC— aprobará en un pleno extraordinario la modificación urbanística que permitirá sacar adelante el Campus de la Salud y el nuevo Trueta, recalificando los terrenos donde actualmente se encuentra el parque Jordi Ribagorçana.
Según el alcalde, Lluc Salellas, el plan presentado no cambia “demasiado” de la propuesta inicial y han presentado la recreación en 3D de cómo será todo el ámbito. Así, la zona verde de El Jordi Ribagorçana desaparecerá y se trasladará junto a la riera Masrocs.
Según el gobierno, el nuevo espacio creará “una nueva centralidad” avalada por la Generalitat de Cataluña, que apoya la propuesta municipal.
Los vecinos reclamaban salvar el parque Jordi Ribagorçana
El gobierno municipal de Girona defiende que no había alternativa a la eliminación del parque, ya que en todo aquel espacio, aparte del Campus de Salud y el nuevo Hospital Trueta, también está previsto edificar hasta 350 pisos.
Agrupados bajo la Asamblea de Entidades en Defensa del parque Jordi Ribagorçana, los vecinos sostienen que el cambio urbanístico que permitirá levantar 350 pisos, y que trasladará la zona verde junto a la riera Masrocs, obedece tan solo “a motivos puramente financieros”. Se oponen a que el Ayuntamiento de Girona compense de esta manera a los privados —el Mas Bellsolà y Can Sureda— a quienes se les tendrán que expropiar parte de los terrenos para levantar el futuro Campus de Salud.
“En ningún caso nosotros nos oponemos al nuevo Trueta; queremos que se haga el hospital y creemos que es una necesidad urgente, pero no estamos dispuestos a pagar la factura”, ha subrayado uno de los portavoces de la asamblea, Pau Casacuberta. “Una escultura se puede mover de lugar, pero un parque no se traslada“, ha añadido, asegurando que “la mala gestión” del Ayuntamiento ha derivado en un “bache urbanístico” a través “de préstamos que se han hecho sin tener en cuenta los vecinos”.
Casacuberta también asegura que, en ningún caso, se puede atribuir a los vecinos que el proyecto del nuevo Campus de Salud pueda sufrir retrasos. “Es fruto de la tozudez histórica del Ayuntamiento de Girona, que quería que parte del nuevo hospital llevara el código postal de la ciudad”, afirma el portavoz de las entidades.
Los vecinos critican que el traslado del parque obedece “exclusivamente” a motivos financieros. Sostienen que el Ayuntamiento de Girona ha escogido “privatizar” el parque porque “no tiene o no quiere buscar” el dinero que costaría sacar adelante las expropiaciones (que cifran en 3 millones de euros). Además, Casacuberta también recuerda que, con la permuta, los propietarios afectados tampoco están contentos.
27.000 metros y 400 árboles
La portavoz de la Asociación de Vecinos de Can Gibert del Pla, Anna Ballesteros, subraya que el Jordi Ribagorçana es “el segundo parque arbolado de la ciudad” y que, aunque el Ayuntamiento lo tenga “completamente abandonado”, ellos mismos se han encargado de arreglarlo y dinamizarlo. “Estamos hablando de 27.000 metros cuadrados y de 400 árboles adultos que desaparecerán”, subraya Ballesteros, diciendo que el traslado del parque puede dejar precedentes.
“¿Cuál será el próximo parque que desaparecerá en la ciudad cuando falte financiación para algún proyecto?”, se ha preguntado. Y ha añadido: “En Girona no sobran zonas verdes sino que faltan. ¿Dónde queremos vivir? ¿A una ciudad de cemento? ¿Y qué queremos tener al lado del Trueta, un refugio climático o una muela de edificios de siete plantas?”.