Un despido ha acabado con amenazas de muerte y agresiones a una obra, donde han tenido que intervenir los propios trabajadores. Los hechos ocurrieron ayer jueves en Escaldes-Engordany, donde un hombre de 34 años ha sido detenido tras ir a su antigua empresa por protagonizar un episodio peligroso para sus antiguos compañeros.
El arrestado ha sido acusado de delitos contra la integridad física y moral, por agresión y contra la libertad, por amenazas de muerte. Sus anteriores compañeros se sorprendieron cuando llegó a la obra y buscó directamente al responsable. A pesar de las peticiones de los trabajadores para que abandonara el lugar, el acusado hizo caso omiso y dio algunas puntadas de pie al encargado, además de amenazarlo con un cúter.
El detenido amenazó con un cúter y un palo al responsable de la obra
Lejos de que el espectáculo vergonzoso acabara, tras la amenaza con el cúter de 8,5 centímetros, el acusado cogió un palo de grandes dimensiones para amenazar a otro operario. Por desgracia, algunos trabajadores que intentaron mediar al conflicto recibieron algunos golpes, lo que añadió más tensión a la situación.
Por suerte, la llegada de la policía detuvo el conflicto y durante el arresto, los agentes encontraron un bote que dio positivo en LSD y MDMA. Por si no fuera suficiente, también fue acusar de un delito contra la salud pública y otro contra la Constitución, ya que insultó a un operario por su origen.
El detenido está a la espera de pasar a disposición judicial por sus actos. A pesar de este incidente, la obra recuperó la normalidad rápidamente y no se registraron consecuencias graves entre los responsables y excompañeros del acusado.