La apuesta arancelaria del presidente de Estados Unidos Donald Trump ha sacudido la economía mundial. El nuevo presidente republicano dio un golpe de efecto a inicios de abril con la presentación de los nuevos aranceles a cerca de 200 países, que cambiaron todo el panorama comercial. En concreto, a la Unión Europea le estipuló un gravamen del 20% que podría tener un efecto considerable en algunos sectores económicos catalanes. Los productos químicos, la metalurgia, la alimentación, los productos farmacéuticos o la producción de maquinaria son algunos de los sectores que podrían notar más esta vez.
Con todo, la guerra comercial se ha rebajado y la Comisión Europea está maniobrando para reconducir la situación. De momento, hay una moratoria de 90 días con la intención de facilitar las negociaciones comerciales. Por ahora, estos aranceles se establecen en el 10%, a la espera de que la administración Trump y la Comisión liderada por Úrsula von der Leyen encuentren un mejor encaje.
Desde El Camp de Tarragona se miran el choque comercial con prudencia y esperan ver cuál es el desenlace para valorar los posibles efectos. Por ahora, Elena Andreu, directora del departamento de internacional de la Cámara de Comercio de Reus, afirma que con el 10% de los aranceles el impacto es “reducido y moderado”. En esta línea, apunta que los sectores del territorio que podrían sufrir más un endurecimiento fiscal son el agroalimentario, la química, las farmacéuticas y algunos sectores industriales tecnológicos. De todas maneras, hace un llamamiento a la tranquilidad y a la confianza en las negociaciones que llevan a cabo desde Europa. Además, señala que en sectores como el agroalimentario los Estados Unidos no son el principal público objetivo, sino que están por detrás de mercados como la Unión Europea, China, Turquía, Emiratos Árabes o Marruecos.
El dólar juega a favor de Europa
En una conversación con La Ciutat, Elena Andreu subraya que también se debe tener en cuenta la política monetaria para poner el termómetro a la situación. “Hay una fuerte depreciación del dólar y una fuerte revalorización del euro. Eso es positivo para nosotros porque se cotiza en dólar y nos da fuerza”, apunta.
Aparte de recalcar que todo es todavía incierto, Andreu pone de relieve la capacidad de adaptarse de las empresas de la demarcación. A modo de ejemplo explica cómo han cambiado las exportaciones con la guerra de Ucrania. Antes del conflicto bélico, el mercado ruso lideraba las exportaciones, pero en poco menos de un año supieron revertir la situación. Por su parte, la Cámara de Comercio de Tarragona afirman que necesitan calibrar aún cuál puede ser el efecto real de los aranceles. Ambas cámaras confirman las constantes consultas de las empresas ante la poca previsibilidad del contexto.
Reunión con Salvador Illa
En el marco del ciclo de charlas Buen día, la presidenta de la Cámara de Comercio de Tarragona, Laura Roigé, explicó cómo entabló la noticia de Trump. “El sábado recibí una llamada de presidencia para tener una reunión el lunes y hablar del impacto de los aranceles al territorio. El presidente de Reus y el de Tortosa estaban de viaje y tuve que coger las riendas. Vamos a trabajar todo el fin de semana”, relata. La presidenta habló con la AEQT y las DOs de la provincia de Tarragona, mientras que los técnicos de exportación de la Cámara elaboraron su informe. El lunes 7 de abril tuvo una reunión en el Palau de la Generalitat junto con otras cámaras del país para poner en común estas reflexiones.
Precisamente, la última charla del Buen día contó con la presencia de la consellera de Economía y Finanzas, Alicia Romero, que abordó la cuestión de los aranceles. “No sabemos qué afectación tendrá, pero genera mucha incertidumbre”, admite Romero. Aunque la consellera recalca que las exportaciones de Cataluña a Estados Unidos son únicamente del 4,2%, también afirma que la afectación es desigual dependiendo la empresa. “En Cataluña hay empresas que tienen un 40% de exportaciones a Estados Unidos. Estas sufrirán más y tenemos que estar cerca”, puntualiza.
De todas maneras, cree que productos gourmet como el aceite, el vino o el cava tendrán una menor afectación que el resto. “Es un producto caro que pensamos que el hecho de que les aumente el precio no hará que el cliente no lo compre. No lo sabemos, tenemos que ver cómo responderá el mercado”, explica. Elena Andreu coincide con la lectura que se tiene desde la Generalitat y considera que, en caso de aplicarse los aranceles, el golpe no sería tan duro. “Los productos prémium, que son los que realmente se exportan más, no se verán tan impactados. Para quien tiene un alto poder adquisitivo, 10-15 dólares no le suponen ningún problema”, vaticina.
El plan del Gobierno
Para contrarrestar la política de Trump, el Gobierno de Cataluña ha dado luz verde al plan “Respondemos: Plan de defensa de la Cataluña de todos”, que movilizará 1.500 millones de euros para paliar los efectos que el endurecimiento de la política arancelaria de Estados Unidos puede tener sobre el ecosistema empresarial y agrícola de Cataluña. El objetivo es doble: proteger a la empresa catalana y, desde luego, el empleo que genera, y relanzarla en el mundo fomentando su internacionalización. El texto también pretende promover la autonomía estratégica industrial y la captación de inversiones extranjeras.
El Plan prevé actuaciones directas sobre toda la cadena de valor e incluye medidas repartidas en cinco bloques: ayudas, financiación, inversión pública y servicios de asesoramiento empresarial, además de promoción y campañas de comunicación.
- Ayudas y subvenciones (300 M): Diferentes líneas de apoyo a fondo perdido orientadas especialmente al sector agroalimentario, sobre todo a los sectores del aceite y el vino. También se destinarán recursos a impulsar la promoción internacional y la multilocalización de las empresas catalanas.
- Préstamos y créditos (900 M): El Instituto Catalán de Finanzas (ICF) desplegará una serie de instrumentos para acompañar a las empresas según sus necesidades: avales y líneas de crédito para circulante a 5 años y para inversión a 15 años, con un año de carencia ambas, que ya se pueden solicitar, así como bonificaciones del tipo de interés de los créditos hasta el 1, 5%.
- Fondo de inversión y capitalización (150 M): La Generalitat fortalecerá los mecanismos de entrada al capital de las empresas a través del ICF y Avançsa, con una participación minoritaria, pero con capacidad de influencia. Estas inversiones se centrarán en apoyar proyectos innovadores, acelerar la escalabilidad de empresas y acompañar la entrada de inversión extranjera directa en Cataluña.
- Asesoramiento y acompañamiento (130 M): Se proporcionará un apoyo especializado adaptado a las necesidades específicas del tejido empresarial, con la reorientación de la red de oficinas de ACCIÓ y planes específicos para la adaptación a los nuevos mercados de los EE. UU. La Oficina Técnica de Barreras a la Internacionalización (OTBI) se reforzará para garantizar una respuesta ágil ante cualquier incidencia derivada del contexto internacional.
- Promoción y campañas de comunicación (20 M): El Gobierno desplegará acciones promocionales para poner en valor los productos catalanes en mercados estratégicos, tanto internacionales como locales, con campañas específicas para el norteamericano y otros mercados, y de dinamización del mercado interno.
La amenaza del 200%
Aparte de estas medidas, Donald Trump también amenazó el mes de marzo con unos aranceles del 200% a los vinos y bebidas alcohólicas de la Unión Europea. En represalia al posible gravamen al whisky estadounidense. La UE, sin embargo, ha desestimado de momento la idea, lo que ha frenado la escalada. De todas maneras, el presidente de la DO Penedès asegura que la incertidumbre ha provocado una “inseguridad total” y que desde hace meses no reciben encargos de Estados Unidos “por miedo”.