La Diputación de Tarragona prepara el traslado de su sede al antiguo edificio de Caixa Tarragona situado en la plaza Imperial Tàrraco. La intención es poder desplazarse a finales de mandato y este viernes se ha puesto la cereza del pastel de la renovada fachada: el nuevo reloj.
Después de tiempo en desuso, volverá a dar las horas y a iluminarse durante el atardecer. El reloj, sin embargo, no será diferente al que conocíamos hasta ahora, ya que se ha respetado su estética. Aunque algunos tarraconenses recuerdan la música que en su día había hecho sonar, esta particularidad no la recuperará.
Los bastones que simulan los números de las horas es el único que se mantendrá. Tanto sus leds como el motor o las agujas del reloj se han cambiado completamente, dado que estaban muy dañadas por la lluvia y la falta de mantenimiento. Si no hay ningún contratiempo, el reloj estará en funcionamiento la misma tarde del viernes. Aparte de esto, la Diputación ha instalado unas redes para prevenir la suciedad de las palomas, ha vinilado la fachada con su nombre y ha limpiado las esculturas. De esta manera se acaban todas las actuaciones previstas a la espera de renovar el interior del edificio.
Mudanza antes de acabar el mandato
El ente provincial adquirió el edificio el año pasado con un costo de 4,5 MEUR. Esta opción venía dada gracias a la compra del edificio Síntesis en 2013, cuando se reservó la posibilidad de tener el derecho de tanteo y retracto con este inmueble de la plaza Imperial Tárraco (adyacente al Síntesis). De hecho, esta cláusula tenía el objetivo de permitir el traslado de la Diputación al edificio en un futuro. La intención es unir en estos dos edificios adyacentes la sede operativa, actualmente situada en el edificio Síntesis, con la sede corporativa, que se encuentra en el Palacio de la Diputación. Según remarcan, pretenden ganar “eficiencia y prestar mejores servicios”.
La reforma se prevé que esté terminada antes de 2027. En total, se trata de 7.782 metros cuadrados donde está previsto que se trasladen más de 300 trabajadores. En cuanto a la actual sede corporativa de la Diputación, en el Paseo de San Antonio, se destinará a usos institucionales y de representación, entre otros.
La oportunidad de adquirir el edificio de la plaza de la Imperial Tárraco no responde a una operación aislada, sino que es una pieza del engranaje de la reordenación de diferentes espacios patrimoniales de la Diputación de Tarragona por toda la demarcación, “respondiendo a la voluntad descentralizadora que caracteriza a la Diputación de Tarragona”, según la presidenta de la Diputación, Noemí Llauradó.