La Audiencia de Barcelona ha condenado a 31 años y medio de prisión al hombre que mató a la expareja, que la había denunciado por malos tratos sufridos durante años, en el barrio de El Clot de Barcelona en marzo de 2022. Las acusaciones le pedían cerca de 43 años de prisión y el tribunal popular que lo juzgó lo consideró culpable de los siete delitos que se le atribuían. Ahora bien, tanto el magistrado como el jurado han tenido en cuenta que confesó el crimen y colaboró con la justicia, ya que se entregó a la policía tras el asesinato, según la sentencia, adelantada por Catalunya Ràdio.
Según el veredicto del jurado y la sentencia, D.A.M.B., ecuatoriano sin permiso de residencia, mantuvo una relación sentimental con la víctima de 2014, año de nacimiento del hijo en común, hasta 2021. Durante toda la relación, el hombre le obligaba a enseñarle el móvil para saber con quién hablaba.
A finales de 2021 la chica rompió la relación, pero él no lo aceptó y aumentó su conducta agresiva, con amenazas, seguimientos, vigilancias, llamadas constantes y agresiones físicas y psíquicas. También le mostró un arma blanca en más de una ocasión. También rompió mobiliario del domicilio común, delante del hijo de ambos.
El 6 de febrero de 2022, el hombre la amenazó con un cuchillo, delante de su hijo, para que le mostrara mensajes de móvil. La mujer pidió auxilio a gritos, y una vecina avisó a la policía. Sin embargo, la víctima no se atrevió a denunciar los hechos ante los agentes. El 16 de marzo el acusado encontró a su expareja con la nueva pareja paseando por la calle y la agredió. La mujer entonces sí lo denunció. Al día siguiente, cuando fue citada a declarar en comisaría, el hombre se presentó allí mismo y la volvió a amenazar. El 18 de marzo la mujer amplió la denuncia y fue citada para el 21 de marzo en el juzgado de violencia sobre la mujer, pero no se presentó.
Justo aquella mañana del día 21 la mujer accedió al domicilio del acusado, que la escuchó hasta matarla. Después se presentó en la comisaría de la Guardia Urbana de San Martín.
Es por todo ello que al final le ha impuesto 22 años de prisión por asesinato con traición, con la agravante de parentesco, y nueve años y medio más por maltrato habitual, revelación de secretos, acoso y amenazas. El hombre también deberá indemnizar al hijo con 200.000 euros, al padre con 100.000, a los tres hermanos con 25.000 euros a cada uno y a la pareja sentimental de entonces con 2.500 euros.