Entre los días 12 y 17 de mayo, el vecindario de Barcelona ha vuelto a demostrar que quiere tener voz y voto en el rumbo de la ciudad. La convocatoria final de los presupuestos participativos ha movilizado a 48.796 personas que han emitido más de 211.000 votos. A través de la plataforma digital Decidim.barcelona, que ha registrado 164.000 visitas únicas en solo seis días, los participantes han escogido qué propuestas se harán realidad en sus barrios durante los próximos años.
En Sants-Montjuïc, uno de los distritos más diversos de la ciudad, se presentaban 20 proyectos. De ellos, 8 han sido seleccionados, con una inversión total significativa y un gran impacto territorial.
Ocho iniciativas para transformar el distrito
Los proyectos ganadores reflejan las preocupaciones y las esperanzas de los barrios. Propuestas que apuestan por la inclusión, el bienestar de la infancia, la sostenibilidad y la recuperación de los espacios públicos como lugares de convivencia.
Accesibilidad a las bibliotecas públicas: 2.600 votos han hecho de este proyecto el más votado del distrito. Propone adaptar las bibliotecas de Sants-Montjuïc para que sean plenamente accesibles para personas con todo tipo de diversidades funcionales. Se destinarán 60.000 € para hacer que estos espacios sean más inclusivos, favoreciendo la igualdad de acceso a la cultura y el conocimiento.
Tras conocer los resultados, algunas familias han querido pronunciarse: “Hace años que reclamamos mejoras de accesibilidad. Tengo una hija con problemas de movilidad. Puedo asegurar que esta propuesta es un paso muy necesario para hacer que todo el mundo pueda disfrutar de las bibliotecas sin barreras.”, asegura Laura García, vecina del barrio.
Verde y sombra en la plaza de Iberia (Santos): Ha obtenido 2.234 votos y se sitúa como el segundo proyecto más popular. El objetivo es transformar la plaza de Iberia en un espacio más verde y agradable. La inversión prevista, de 100.000 €, busca reducir el efecto de isla de calor y mejorar la calidad ambiental del barrio.
Confort infantil en la plaza de Can Climent (Sants): Esta propuesta, que ha recibido 1.671 votos, se centra en el bienestar de los niños. Prevé nuevas zonas de sombra, mejoras en la seguridad y espacios de juego renovados. El presupuesto asignado es de 210.000 €.
Renovación del patio del Instituto Sants: Con 1.438 votos, este proyecto pretende acondicionar el patio del centro como espacio deportivo y lúdico. Incluye lavabos funcionales, sombra y zonas de descanso. Para hacerlo realidad, se destinarán 315.000 €. Una de las estudiantes, que no ha querido dar a conocer su identidad, afirma la necesidad de este cambio: “El patio no refleja las necesidades de la juventud. Esta renovación nos permitirá tener un espacio digno para socializar y hacer deporte.”
Mejoras infantiles en La Guingueta: La propuesta, que ha recogido 1.426 votos, quiere transformar de manera integral las plazas y espacios infantiles del barrio. El presupuesto previsto es de 1.720.000 €, lo que convierte esta actuación en la más ambiciosa de todas, con una clara apuesta por la calidad de vida familiar y comunitaria.
Transformación de la plaza de la Marina de Sants: Con una suma de 1.390 votos, la propuesta quiere convertir la plaza en un espacio más fresco, verde y atractivo para todos. Se prevén actuaciones por valor de 175.000 €. “Nos merecemos una plaza que invita a quedarse, no solo a pasar deprisa. Además, siempre hemos sufrido discriminación por ser de este barrio. ¡Cambiemos las cosas!”, reivindica la Julia Paredes, de 91 años y vecina del barrio de toda la vida.
Refugios para gatos comunitarios: Ha recibido 1.098 votos y plantea una convivencia más respetuosa hacia los animales. Se creará una red de refugios para proteger a los gatos comunitarios, contando con la colaboración de entidades animalistas y vecinos sensibilizados. El coste previsto es de 190.000 €.
Nuevo parque infantil en la plaza de Margarida Xirgu (Poble-sec): Un total de 783 votos apoya este proyecto impulsado por jóvenes del barrio. Se propone crear un parque infantil y un circuito saludable para todas las edades. La inversión prevista es de 700.000 €, con el objetivo de transformar la plaza en un espacio vivo, inclusivo y saludable.
Participación diversa: niños, jóvenes y entidades en el centro
Una de las grandes fortalezas de esta edición de los presupuestos participativos ha sido la gran diversidad de colectivos implicados. Asociaciones vecinales, grupos juveniles, entidades de educación, entidades de diversidad funcional, clubes deportivos y organizaciones culturales han jugado un papel activo tanto en la presentación como en la defensa de las propuestas.
Cabe destacar también la participación infantil, que este año ha tenido un peso relevante. Tres proyectos propuestos para niños y niñas de entre 8 y 13 años han sido seleccionados a escala de ciudad:
- Transformación del patio de la Escuela Barcelona (Les Corts)
- Mejora del entorno de 10 centros educativos (Sarrià – Sant Gervasi)
- Reforma del patio de la Escuela Ferran i Clua (Sant Andreu)
Este enfoque fomenta una cultura democrática desde la infancia y enseña a los más jóvenes que sus ideas también pueden cambiar la ciudad.
La fuerza de la comunidad: el caso de la plaza Margarida Xirgu
Un ejemplo emblemático del poder de la participación ciudadana es el proyecto de la plaza de Margarida Xirgu, en el Poble-sec. Impulsado por el colectivo Jóvenes Unidos del Poble-sec, este proyecto ha sido una verdadera experiencia comunitaria.
En un comunicado, el grupo expresó: “Este hito no habría sido posible sin el apoyo, el empuje y la confianza de todas las personas que hubiían creído en esta propuesta desde el primer momento. Esta victoria es colectiva. Es de familias, niños, jóvenes, personas mayores y vecindario que quieren una plaza viva, saludable e inclusiva.”
Este espíritu colaborativo es el que realmente hace valer un proceso participativo: no sólo el resultado, sino todo el camino compartido para llegar.
Construyendo ciudad desde la base
Los ocho proyectos seleccionados en Sants-Montjuïc son una muestra concreta de cómo la democracia participativa puede transformar barrios y mejorar la vida de las personas. Pero, sobre todo, son una expresión del deseo común de una ciudad más amable, justa y cohesionada.