El Ayuntamiento de Barcelona pone en marcha, desde el 15 de junio hasta el 15 de septiembre, el dispositivo para hacer frente al calor en fase preventiva.
Durante este periodo los equipos están a punto por si se activan alertas específicas de calor y, además, se movilizan los recursos municipales de prevención dirigidos a la ciudadanía en general.
El Plan Clima establece una serie de medidas para adaptar la ciudad a los efectos negativos del cambio climático, especialmente al calor, que se presenta cada vez con más intensidad, con olas persistentes o noches con temperaturas muy altas que tienen una afectación negativa directa en la salud de la ciudadanía.
El año 2024 fue un año especialmente cálido en el que se batió el récord de noches tórridas, es decir, noches en las que la temperatura no bajó de los 25 grados. Ante estas circunstancias cada vez más frecuentes, el consistorio despliega un abanico amplio de recursos para la ciudadanía.