Después de más de dos décadas sin casos detectados, la Unión Europea ha activado una alerta sanitaria debido a la presencia del virus de la poliomielitis en las aguas residuales de hasta diez ciudades europeas, incluida Barcelona. Este retroceso en la lucha contra la pólipo, considerada erradicada en Europa desde 2002, ha generado preocupación a las autoridades sanitarias, que investigan la posible propagación del virus a nivel comunitario.
Los primeros casos se detectaron el pasado mes de septiembre, cuando las aguas residuales de la depuradora del Besòs en Barcelona mostraron la presencia de poliovirus de tipo 2 (cVDPV2). En los meses siguientes, otras ciudades europeas registraron casos similares.
El Centro Europeo para el Control y la Prevención de Enfermedades ha confirmado que los análisis realizados han revelado dos posibles explicaciones para estos casos. La primera es que el virus se habría introducido desde regiones fuera de Europa a través de viajes internacionales, mientras que la segunda hipótesis, la más alarmante, sugiere que el virus se podría estar propagando dentro de la Unión Europea tras una única introducción, lo que implicaría la reaparición del pólipo en territorio europeo tras décadas de ausencia.
El virus de la poliomielitis fue una de las enfermedades más devastadoras del siglo XX, causando parálisis y muerte entre miles de personas, especialmente niños. La introducción de la vacuna en la década de 1950 permitió una drástica reducción, hasta el punto de que la Organización Mundial de la Salud consideró la enfermedad casi erradicada. Sin embargo, los últimos acontecimientos han despertado temores sobre una posible reaparición de la enfermedad.