Ángel María Villar podría enfrentarse a una pena de prisión de 15 años y medio y un millón de euros de multa por cometer varios delitos cuando era presidente de la Real Federación Española de Fútbol. La Fiscalía Anticorrupción le acusa de administración desleal, corrupción en los negocios, apropiación indebida y falsedad documental cuando organizó algunos amistosos por la selección. Además, se ha señalado que estas decisiones no sólo lo beneficaron a él y a terceros, sino que provocaron perjuicios para la federación valorados en 4,5 millones de euros.
Tal y como ha informado Nación Digital, la fiscalía Anticorrupción ha acusado al expresidente de la RFEF y a su hijo de realizar actos delictivos en varios partidos disputados entre 2007 y 2017. Gorka Villar, era el encargado de organizar los enfrentamientos que beneficiaban a terceras personas, por lo que le piden siete años de prisión y 1’65 millones de euros de multa. Por su parte, el vicepresidente económico, Juan Antonio Padrón, también se enfrenta a la misma pena para intervenir en estas decisiones.
Anticorrupción asegura que la RFEF perdió 4,5 millones de euros durante estos partidos
En total, los hechos juzgados investigan seis partidos contra Corea del Sur, Chile, Venezuela, Perú y Colombia. En estos la RFEF perdió directamente cerca de cuatro millones de euros, mientras que la empresa de Gorka Villar se vio considerablemente beneficiada. El hijo del presidente de la Federación era el encargado de elegir a los rivales, las sedes y las condiciones económicas, lo que le provocó unas ganancias de 366.583 euros.
En estos momentos, la investigación continúa abierta y los tres implicados ya conocen la petición de Anticorrupción por los supuestos actos cometidos entre 2007 y 2017. Sin embargo, si se confirman los perjuicios sobre la Real Federación Española de Fútbol, Ángel María Villar, su hijo y su vicepresidente económico podrían ingresar en prisión en pocos meses, poniendo punto final a uno de los casos de corrupción más mediáticos de los últimos años.