El primer secretario del PSC, Salvador Illa, ha pedido a los partidos que “respeten” la voluntad de los ciudadanos expresada en las elecciones del 12-M. “Las formaciones que no tengan ese respeto, que quieran bloquear, otorbar y envolver las cosas, creo que se equivocan. Todo lo que sea alejarse de un respeto escrupuloso a la voluntad de las urnas va por mal camino”, ha avisado en un mitin desde Terrassa. Así lo ha dicho después de que la candidata de la CUP al 12-M, Laia Estrada, haya confirmado que se reunirá con Carles Puigdemont, ERC y los comunes para intentar impedir que el PSC presida el Parlament. Illa también ha recetado “discreción” en las negociaciones sobre la formación de la Mesa de la cámara catalana.
Illa ha defendido que la conformación de las instituciones tras las elecciones del 12-M, tanto el Parlament como el Govern, exige una “alta dosis de respeto”. Y ha insistido en que debe responder a la voluntad expresada de “forma clara” en los comicios del pasado 12 de mayo.
En cuanto a cómo se deben llevar las negociaciones, Illa ha defendido que la articulación de la Mesa del Parlament exige “oficio político”. “Actuar más que hablar. Trabajar más que enraizar y hacer más que decir. Oficio político y una cierta dosis de discreción”, ha resumido. Todo ello, según ha dicho, con criterios de “respeto” a la voluntad expresada por los ciudadanos al 12-M.
En el marco de la campaña de las elecciones europeas del 9 de junio, el primer secretario del PSC ha defendido un lenguaje que “huya del insulto y el grito”. En este sentido, ha reprochado al PP que ahora quiera situar en el debate si el gobierno español debe continuar en lugar de hablar de Europa. Y ha lamentado que los populares hablen de la familia del presidente Pedro Sánchez, en referencia a su mujer Begoña Gómez. “Esto es una falta de respeto”, ha añadido.
Según Illa, el PP es el partido del “poder por el poder” y por eso “insultan” y reúnen en Madrid la convención de la extrema derecha.
Por su parte, el candidato del PSC al 9 de junio Javi López ha situado las elecciones europeas como unna “cruce histórico” en las que Europa debe decidir “si camina hacia el abismo de la mano de la extrema derecha o construye más Europa de la mano de los socialistas”. Y, en este sentido, ha lamentado que la “cooperación histórica” entre las dos familias se ha roto porque los conservadores “han dimitido de su función”.