Cataluña es uno de los territorios más visitantes de Europa y eso significa que es un atractivo económico muy importante para diversos sectores. Por ello, el mundo de los estupefacientes y las sustancias ilegales también han visto al territorio catalán como un espacio con un importante potencial, especialmente Barcelona.
En la capital catalana, el tráfico de ketamina se ha multiplicado por cinco, consoldándose como una de las drogas más consumidas de la ciudad. Además, Rac 1 ha informado de que en el conjunto del estado también se ha multiplicado por cuatro, convirtiéndose en un problema sanitario urgente.
La ketamina se hizo famosa en Estados Unidos entre los ricos y famosos
La ketamina se hizo famosa en Estados Unidos, especialmente por el tipo de público que lo consume. El anestésico se extendió entre las clases más ricas y tiene un poder alucinógeno muy potente que puede llegar a producir la muerte por sobredosis.
Durante los últimos años, la ketamina se ha consolidado en Europa, especialmente entre la gente joven de Cataluña. Además, su precio barato y su facilidad para transportarla, ya que no provoca un gran olor, ha hecho que se convierta en una de las más consumidas en las fiestas.
La ketamina es una de las drogas más utilizadas en las discotecas
Las consecuencias de la ketamina pueden ser mortales en casos graves, pero cada vez son más cotidianos los desmayos, las taquicardias y los episodios de agresividad a los pacientes que ingresan en el hospital por esta sustancia. Además, la gran demanda que existe provoca que los narcotraficantes tengan una oferta aún mayor, agravando el problema.
El origen de esta droga está en China e India, pero su manipulación sencilla ha provocado que su consumo se multiplique por cinco desde 2022. Además, los profesionales sanitarios alertan de que puede provocar efectos similares a la esquizofrenia, ya que se mezcla con cafeína, paracetamol o colorantes. Igualmente, las autoridades han incrementado los controles para evitar que el consumo de esta droga se descontrole, como ya está pasando en Cataluña.