El Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha reconocido la incapacidad laboral permanente a un camarero de Lleida para ejercer su profesión. El hombre es alcohólico y dependiente de la cocaína.
La justicia, sin embargo, ha desestimado la petición del camarero para conseguir la incapacidad absoluta (lo que conllevaría que no pudiera ejercer ninguna profesión).
Además de estas graves adicciones, el hombre presenta un trastorno depresivo-ansioso y de personalidad que también le incapacita, según la sentencia, para ejercer la profesión de camarero.
Al hombre, en un principio le habían reconocido la incapacidad permanente absoluta, que le garantizaba el cobro de una pensión vitalicia del 100% de la base reguladora. En la última revisión de la misma que le hizo la Seguridad Social, percibió una mejora del estado del hombre que no le incapacitaba para ejercer otras profesiones.
Ahora el excambrero pasará a percibir un 55% de su base reguladora, es decir, un 45% menos de la pensión mensual que recibía hasta ahora.