Esta mañana se ha iniciado la nueva etapa de transporte entre Tarragona y Barcelona.
Las obras del túnel de Roda de Berà ha obligado a Renfe a poner 83 autobuses y 4 microbuses, con 30.500 plazas, que harán 611 expediciones diarias para minimizar el efecto de las obras.
Sin embargo, ya son muchos usuarios los que se quejan al llegar a San Vicente de los retrasos y dudan del futuro de esta alternativa en bus.
Debido a que muchos usuarios habituales de Cercanías ya esperaban que el primer día fuera un “infierno”, como diferentes viajeros han calificado, algunos han decidido apostar por la alta velocidad.
La Estación del Camp de Tarragona ha registrado esta mañana un incremento de personas en las vías, especialmente en el tren que va directo a Barcelona.
El primer tren Avant de la mañana llega a las 7:35 horas de la mañana al ‘hub’ tarraconense y en poco más de 35 minutos llega a la estación de Sants a las 08:11 horas.
Esta alternativa es la opción más rápida para mucha gente que necesita llegar templado para entrar en su puesto de trabajo y no puede arriesgarse a los retrasos que están sufriendo los usuarios que han optado por el Plan Alternativo de Transporte.
Aunque es el primer día de este nuevo sistema de transporte, hasta que no se lleguen a las cifras normales de viajeros no se conocerá si las medidas adoptadas han sido eficientes y proporcionales o no.
Sin embargo, mucha gente todavía es reticente a utilizar el servicio de autobuses de Renfe para llegar a San Vicente, por lo que nos esperan seis meses cargados de polémica y transformaciones de un Plan Alternativo de Transporte que no ha tenido un buen recibimiento.
