La pelea de la madrugada del domingo al lunes en el barrio de La Mariola de Lleida donde seis agentes fueron heridos todavía trae cola. Si durante esta semana han sido los sindicatos policiales los que han alzado la voz para denunciar los hechos después de que se minimizase la agresión a los agentes, hoy ha sido la Paeria de Lleida y la policía de proximidad de la ciudad la que se ha metido manos a la obra.
La Comisaría de la Guardia Urbana de Lleida ha celebrado hoy la reunión periódica con la participación de varios agentes, la presencia del párroco jefe, Fèlix Larrosa, y la teniente de alcalde, Cristina Morón, donde se ha acordado que la Guardia Urbana y Mossos trabajarán de forma coordinada para garantizar la seguridad en el barrio de La Mariola. Así pues, se realizarán reuniones conjuntas para diseñar las actuaciones policiales y en otros ámbitos con el objetivo de mejorar la situación en el entorno de la calle Júpiter, donde se sucedieron los hechos del pasado fin de semana.
Durante la reunión se ha analizado la situación en el barrio y cuáles serán las próximas actuaciones de un barrio que hace tiempo que reclama una solución. En declaraciones al diario Segre, el patriarca gitano y presidente de la Asociación Futuro, Francisco Salazar, denunció que la administración tiene abandonada el barrio y más concretamente al colectivo gitano.
Por su parte, la concejala Cristina Morón ha explicado que se realizarán varias reuniones de coordinación para actuar de forma conjunta con los Mossos, aparte de la presencia policial constante, examinando la problemática que hay en este punto específico del barrio, y “a partir de ahí diseñar las actuaciones tan policiales como desde otros ámbitos del Ayuntamiento se puedan llevar a cabo para mejorar la situación y la seguridad”.
Cabe recordar que durante la celebración del miércoles del Día de las Escuadras de la Región Policial de Poniente, el comisario Josep Codina y jefe de la región policial de Ponent de los Mossos d’Esquadra, condenó “firmemente” la “brutal agresión” y la violencia recibida en la pelea multitudinaria en la Mariola después de que varios agentes acabaran en el Hospital Arnau de Vilanova con heridas, traumatismos craneales y varios cortes que supusieron 57 puntos de sutura en total.
Durante el encuentro también se ha realizado un análisis y valoración del funcionamiento del operativo de emergencia puesto en marcha para hacer frente al apagón general que se produjo el pasado lunes.