La consejera de Educación y Formación Profesional, Esther Niubó, ha asegurado que su prioridad es la mejora educativa y ha criticado que “los últimos tiempos han sido de muchos cambios, a veces poco planificados y poco consensuados“.
“Lo que tenemos que hacer entre todos es recuperar la confianza, el orgullo y el prestigio del sistema educativo”, ha dicho en una entrevista al diario ‘Ara’, donde ha remarcado que el departamento no es quien debe cuestionar una metodología, ni tampoco imponerla, porque eso corresponde a los centros educativos.
Ahora bien, ha añadido: “La transformación por la transformación no sé si aporta nada”.
Sobre la sexta hora, ha hecho hincacamiento en que el acuerdo con los comunes incluye la concertación social.
Niubó ha subrayado que hay que reforzar al profesorado, que es el “pilar fundamental” del sistema educativo, y hay que darlos desde el departamento “confianza y estabilidad”.
En este sentido, ha hablado ya con los sindicatos y se han instado a sentarse esta primera semana de septiembre.
“Queremos que las puertas del departamento estén abiertas para dialogar y llegar a acuerdos“, ha destacado la consejera, que ha añadido que hay muchos temas que le preocupan, como la falta de profesorado.
Educación quiere hablar con Universidades para ver cómo se puede ampliar la oferta de grado y de máster e “ir tomando medidas quirúrgicas para habilitar docentes”.
En cuanto al inicio de curso, ha opinado que el problema no es la fecha, sino si hay tiempo para prepararlo y se han hecho las asignaciones de profesores, y eso es lo que quiere trabajar Niubó de cara a nuevos cursos.
Según ella, el adelanto no es negativo y empezar antes de la Diada es “razonable”, pero ha criticado la forma con que se hizo, sin diálogo.
Al preguntarle por los motivos de los malos resultados en el último informe PISA, la consejera lo ha atribuido a muchos elementos, como los cambios en la sociedad y en la composición social de las aulas, que “han afectado al profesorado”, pero también a que “muchas veces los cambios se han hecho con cierta improvisación y ha dado la sensación de que se actuaba en contra de la comunidad educativa”.
“Esto lo tenemos que ningunear y tenemos mucho margen de mejora con medidas concretas”, ha indicado.
En este sentido, ha señalado que algunas medidas se empezaron a trabajar con el grupo de impulso de mejoras educativas que el anterior gobierno activó de acuerdo con algunos grupos, entre ellos el PSC.
Algunas hablaban de definir y clarificar los aprendizajes básicos que deben garantizarse en cada etapa educativa. “Me consta que esto no está hecho y la instrucción es que sea una de las primeras cosas que ponemos en marcha”, ha explicado.
También ha situado la medida de hacer planes a medida en centros concretos, empezando por los que tienen más margen de mejora.
Finalmente ha hablado de un par de programas de refuerzo de comprensión lectora y de las matemáticas, por ahora con un alcance bastante reducido.
“Si funcionan, tendríamos que poderlo escalar más adelante”, ha dicho.
Sobre la diferencia entre los resultados de la escuela concertada y la pública, ha opinado que no es una diferencia entre titularidades, sino un componente que tiene que ver con la composición social de cada una de estas escuelas e institutos.
Según ha dicho, la diferencia entre alumnado de franjas bajas y altas es mayor que en otras comunidades.
Sexta hora con concertación social
En cuanto a la sexta hora, Niubó ha querido remarcar que el acuerdo de investidura subraya que se debe hacer con concertación social.
“Creo que es una medida muy importante que se va a poder negociar tanto con los sindicatos como con las direcciones y también con las familias”, ha señalado.
Sobre la metodología educativa, Niubó ha destacado que una cosa es la renovación pedagógica, que quiere decir “ir mejorando progresivamente la manera de aprender”, y otra es “la mejora que implica llegar al éxito educativo del alumnado“.
Ese, ha dicho, debe ser el objetivo final.
“La transformación por la transformación no sé si aporta nada. A partir de ahí, el departamento no es quien tiene que cuestionar una metodología, ni tampoco imponerla, creo que eso corresponde a los centros educativos”, ha remarcado.
En cuanto a la segregación escolar, ha reconocido que en algunos entornos “es difícil desagregar las escuelas”.
En su opinión, hay que garantizar los recursos necesarios para que el alumno pueda tener éxito en el entorno que sea.
Ha apostado por trabajar en grupos más pequeños y seguir impulsando las aulas de acogida.
“El catalán no puede ser sólo una cosa de la escuela”
Sobre el retroceso del uso social del catalán entre la población joven, la consejera ha indicado que el catalán “no puede ser solo una cosa de la escuela”, y ha indicado que ya ha empezado a hablar con el consejero de Política Lingüística y con la de Cultura para tener más oferta cultural, audiovisual, atractiva y moderna que “enganche a los jóvenes”.
La escuela debe ser “el palo de pajar”, dice, pero es un reto que “vaya mucho más allá”.
En su opinión, la escuela “tiene que hacer lo que está haciendo, pero lo tiene que hacer más, porque seguramente en estos últimos años, cuando se veía que los datos de uso social iban descendiendo, no se supo reaccionar o no se reaccionó a tiempo”.
En cuanto al último decreto para proteger el catalán que está suspendido cautelarmente por la justicia, la consejera ha remarcado que existe la ley aprobada en 2022 con un gran consenso del Parlament, que marca que el catalán debe seguir siendo la lengua vehicular, y a partir de ahí los proyectos lingüísticos en las escuelas “deben venir mucho más marcados por su contexto”.
Niubó ha apuntado que “no es lo mismo una escuela en un pueblo de El Ripollès que en una ciudad metropolitana”.
En su opinión, “lo que hace falta es que todo lo que tenga que ver con la lengua se pueda consensuar para reforzar el modelo lingüístico del sistema educativo”.
Su modelo, ha dicho, es el que marca la ley.
“Me parece que cada centro educativo tiene un contexto sociolingüístico demasiado diferente para marcar un porcentaje igual en todo el mundo”, ha remachado.
La FP como prioridad
Como ya hizo el lunes, Niubó ha pedido disculpas por los 30.000 alumnos que todavía no tienen plaza asignada de FP, y ha asegurado que hará lo que esté a su alcance para que esta situación no se vuelva a repetir.
Ha constatado que la oferta pública es inferior a la que debería ser y ha insistido en que el proceso de asignación “se tiene que poder acabar antes”.
“En el mes de julio deberíamos marcharse con la certeza de que todo el mundo sabe qué plaza tiene”, ha concluido.