Una violenta deflagración causada por una fuga de gas en un restaurante de la ciudad china de Langfang, muy cercana a Pekín, ha elevado a siete la cifra provisional de muertos, mientras que el número de heridos también ya se eleva a 27, según la agencia china de noticias Xinhua.
La explosión tuvo lugar el miércoles poco antes de las 8 de la mañana, en un restaurante dedicado a la preparación de pollo frito, presuntamente debido a una fuga de gas, lo que derrumbó prácticamente un edificio de cuatro plantas, según informaciones proporcionadas por la cadena estatal CCTV.
Numerosos vídeos difundidos en las plataformas digitales chinas mostraban una explosión de considerables proporciones seguida de una bola de fuego y una densa columna de humo que se desprendía del lugar del incidente. Además, se observaron varios vehículos afectados y escombros dispersos en el suelo, según muestran las imágenes.
Los bomberos desplegaron hasta 36 vehículos y 154 efectivos. Hasta las seis horas el incendio no pudo ser sofocado, mientras que los habitantes que residían en un radio de 500 metros alrededor del área de la explosión fueron evacuados, según la televisión china.
La explosión conllevó numerosos daños en las fachadas y los cristales de varios edificios, así como en los vehículos que transitaban o estaban estacionados en la zona afectada.
En los últimos años se han producido numerosos accidentes de este tipo en el país asiático: uno de los más graves tuvo lugar el pasado mes de junio en Yinchuan (noroeste), cuando otra. explosión en un restaurante dejó 31 muertos, o en 2022 en Shiyan (centro), cuando otro incidente similar causó 26 muertos.