Un edificio que estaban derribando en el número 22 de la calle Boters de Lleida, declarado en ruina inminente, se ha hundido después de que la estructura haya colapsado pocos minutos antes de las doce del mediodía.
Aunque el edificio es de propiedad privada, el Ayuntamiento de Lleida comenzó a derribarlo la semana pasada tras constatar que se encontraba en muy mal estado.
Ningún operario de la empresa de derribos autorizada que estaba trabajando en ella ha resultado afectado, pero ahora existe el riesgo de que la fachada del inmueble también colapse y por ello la zona ha quedado acordonada.
El hundimiento ha obligado a evacuar a 24 vecinos de dos bloques cercanos situados en los números 31 y 33 de la calle Murcia.
En la comisión informativa para la Gestión de la Ciudad, la Concejala de Seguridad Ciudadana, Movilidad y Civismo, Cristina Morón, ha explicado que “no ha habido daños personales ni víctimas, y en este momento se está trabajando para acabar de derribar las partes del edificio que no han caído”.
Se prevé que los vecinos puedan volver a casa este miércoles por la noche, una vez acaben los trabajos de derribo. En la zona han actuado varias dotaciones de Bomberos, Guardia Urbana y técnicos municipales.
