Juan Luis Ruiz accedió a la alcaldía de Vilanova i la Geltrú hace poco más de un año y ha compartido gobierno con los comunes. Entrevistamos al gobierno socialista para que nos explique qué cambios ha impulsado su ejecutivo en este primer cuarto de mandato, donde se han marcado la meta de arreglar el “desgarro” de sus predecesores.
¿Cómo ha funcionado el gobierno de coalición con los comunes?
Muy bien. Nos hemos entendido a la perfección. Fuimos muy claros desde el inicio cuando firmamos el pacto de gobierno y fruto de eso vamos a elaborar el Plan de Actuación Municipal. Es lo que necesitaba Vilanova: un gobierno fuerte y estable. La semana pasada nos reunimos para valorar el pacto de gobierno y estamos muy satisfechos.
En comparación con sus predecesores, ¿qué cambio ha habido en la manera de actuar del gobierno?
Hemos actuado de manera muy diferente. Primero, hay un gobierno fuerte y estable, lo que no pasaba hace cuatro años. Era un gobierno que se rompió y que no actuaba en bloque. Se habían repartido las concejalías y cada uno iba por libre. Cuando tomaron una decisión tan importante como la de la Ronda Ibérica, la alcaldesa se enteró el mismo día que se hizo público. A nosotros eso no nos pasa. Cada semana tenemos reuniones para planificar y ejecutarlo todo. Actuemos a la una.
Además, hemos querido ser un gobierno que escuche mucho. Hemos tomado las decisiones de la mano de los agentes económicos y sociales. Hemos podido revertir la situación de la dejadez del espacio público, ampliando la recogida de la basura. Sin embargo, se debe hacer un nuevo concurso porque no es suficiente y en el mes de octubre se sacará una nueva licitación. Con la limpieza ha pasado lo mismo y hemos arreglado el desgarro. El problema es que las administraciones públicas tienen unos procedimientos que deben cumplirse. Por ejemplo, ahora estamos revirtiendo las obras de los dos principales accesos de la ciudad y hemos tardado siete u ocho meses.
¿Cuándo se revertirán también las obras de la Ronda Ibérica?
Hemos aprobado el proyecto inicial, que costará unos 300 mil euros. El anterior gobierno pasó de dos carriles a un carril. Entonces, cuando se dieron cuenta del desgarro intentaron revertirlo haciendo mal las obras. Queremos hacer bien las cosas. Se reasfaltará, se revertirá el bache y garantizaremos la accesibilidad en bicicleta. Habrá un momento en que este carril bici no continuará por las rondas, sino que dará conexión con equipamientos que ahora no tienen hasta la rambla Sant Jordi. La previsión es poder ejecutarlo antes de finales de año.
¿Dónde queda la movilidad sostenible con estos cambios?
Para tener una movilidad sostenible debes poder garantizar que haya vías de acceso con una cierta fluidez. Si queremos un centro que gane espacio para peatones, debes disponer de otras vías. Los mismos informes de la policía lo decían. La ronda debe seguir haciendo de ronda. Por otro lado, haremos proyectos donde habrá carriles bici. Por ejemplo, en la avenida Vilafranca habrá uno. Carriles bici sí, pero seguros y donde atajan.
¿Y el transporte público?
Debes garantizar tener un transporte público de calidad. Desgraciadamente, no lo tenemos y estamos dando los pasos para revertir esta situación. La línea 1 y 2 están muy precarias. Pronto podremos anunciar mejoras en estas líneas, pero el tema judicial nos está retrasando este anuncio.
Han tenido que implantar un plan de saneamiento económico. ¿Qué debe abordar?
Cuando llegamos al gobierno, lo primero que nos dijo el interventor era que teníamos que hacer un plan de saneamiento fruto del déficit de 2022, que también se ha repetido en 2023. Este indica cierta contención en el gasto, cuestiones de personal que se deben racionalizar y no nos permite pedir préstamos. El único préstamo que podemos pedir es para ensuciar el déficit. Eso nos limita mucho nuestra capacidad.
Sin embargo, entre nuestros recursos y lo que hemos conseguido de la Diputación estamos ejecutando nuestras prioridades. Por ejemplo, esta semana comenzamos un plan de reasfaltado con una financiación consonchada de la Diputación. Tenemos calles muy dejadas y en una situación incluso peligrosa, allí es donde empezaremos actuando. Además, el contrato de la basura lleva seis años caducado y empieza a ser insostenible. Debería haberse resuelto hace años, pero el anterior gobierno tuvo que retirar la licitación para que un desastre. Por lo tanto, hemos tenido que empezar de cero. Con la limpieza ha pasado algo similar.
¿Qué plantean por el sistema de recogida selectiva?
Por la doméstica, continuaremos con el mismo sistema para todos y reforzaremos las campañas de reciclaje. Lo que hará mejorar mucho la recuperación de residuos será el sector comercial, que ahora no tiene una recogida diferenciada. La restauración y el comercio tendrán una recogida puerta a puerta con las diferentes fracciones. Si la gente ve que la ciudad está más limpia y que se hacen esfuerzos, la ciudadanía cogerá conciencia.
Han alegado cuestiones del Plan Territorial del Penedès. ¿Qué falla?
Falla en muchas cosas. Entre ellas, cuestiones de la movilidad, especialmente internas y de la veguería. Tenemos muy buenas comunicaciones con el área metropolitana, más allá de los déficits de Cercanías. En cambio, no está resuelta la situación interna. Con el consorcio hospitalario Alt Penedès-Garraf, hay muchos servicios que se derivan a otros hospitales. Si no tenemos un transporte público en condiciones, todos estos pacientes deben ir tanto sí como no en transporte privado. Otro punto es la recuperación de la propuesta del tren orbital. No tenemos que ir a Barcelona para ir a Granollers, Sabadell o Vilafranca. El tren es el ejemplo de la movilidad sostenible y debemos potenciarlo. En paralelo, el plan también falla en cuestiones de suelo industrial. Apostamos por que haya más, mientras que el plan territorial y el metropolitano deja el Garraf como un área residencial.
¿Cómo dialoga todo esto con la revisión del POUM que preparáis?
Paralelamente a las alegaciones, preparamos nuestro POUM. Tenemos muchos condicionantes, como el del Plan Director Urbanístico del Litoral, donde hemos hecho un recurso porque limita la autonomía municipal y parece que te hagan el urbanismo desde fuera. No lo podemos permitir. Sin embargo, nosotros vamos haciendo nuestro camino para crear un planeamiento con criterios municipales y visión local.
La vivienda afecta a este planeamiento. ¿Qué tienen en marcha?
Una de las razones para revisar el plan general es porque se nos agota el suelo disponible para ofrecer. El plan general debe establecer mecanismos para volver a disponer por vivienda, por actividad industrial y por servicios. Después las ciudades van creciendo en base a las necesidades. Desde el punto de vista municipal, activaremos suelo municipal en concertación con un tercero para hacer vivienda social. Hace muchos años que no se hace ninguna de iniciativa municipal en Vilanova y trabajamos para disponer de 190 pisos de protección oficial.
El PSC está negociando una posible investidura con Comunes y ERC a nivel catalán. ¿Hablan con sus compañeros de gobierno sobre el tema?
Hablamos, es inevitable. Los comunes de Vilanova son muy activos al defender el acuerdo de progreso. Estoy en la ejecutiva nacional y tengo que ser prudente con las negociaciones. Sin embargo, no me he escondido nunca y desde el primer día he dicho que me gustaría que hubiera un gobierno progresista. Nos entendemos en políticas sociales y económicas. LA Generalitat debe abordar grandes retos como la vivienda o la movilidad. Deseo que las tres fuerzas políticas se puedan entender. Si alguien hace tacticismo para ir a una repetición electoral, está muy equivocado.
