El Ayuntamiento de Lloret de Mar (Selva) prohíbe fumar en las playas y calas del municipio. Desde el consistorio se quiere hacer un “paso adelante” para generar un entorno más “saludable”. El alcalde de Lloret de Mar, Adrià Lamelas, destaca la voluntad de ser “sostenible” y ha resaltado que es el primer municipio de la Costa Brava que sancionará a aquellos que incumplan la normativa. Seis agentes de Protección Civil vigilarán que no se fume y advertirán a quienes lo estén haciendo y, si no les hacen caso, será la Policía Local quien multará al infractor. Unas playas que se prevé que estén llenas todo el verano. Y es que los hoteles de Lloret registran una media del 95% de ocupación hasta septiembre y, de momento, las cifras de octubre también son buenas.
El temporal Nelson estropeó algunas de las playas de Lloret de Mar en el mes de marzo. Ahora el Ayuntamiento celebra que la mayoría ya están recuperadas y llenas de bañistas. Unos bañistas que, sin embargo, no podrán fumar en ninguna de las playas y calas del municipio. El consistorio lo ha prohibido, bajo amenaza de sanción que puede ir, en los casos más graves, a los 750 euros de multa por encender un cigarrillo. El consistorio está llevando a cabo una campaña de sensibilización con anuncios en varios idiomas donde se indica que a no se puede fumar en la zona de playa y sólo se recurrirá a la multa cuando se detecte una voluntad de no cumplir la normativa.
En este sentido, el consistorio ha previsto que seis agentes de Protección Civil paseen por las zonas donde se concentran los bañistas y, si ven a alguien que está fumando, le advierten de que está prohibido y le piden que apague el cigarrillo. En caso de que se niegue, o vuelva a hacerlo sabiendo que está prohibido, es entonces cuando se procede a multarlo por parte de la Policía Local.
El alcalde de Lloret de Mar, Adrià Lamelas, ha destacado que “en ningún caso es una medida recaudatoria” y que la voluntad del municipio es ir en la línea de un pueblo “sostenible y respetuoso con el medio ambiente”. Lamelas recuerda que el año pasado se hizo la prueba en dos espacios diferentes y que la experiencia fue satisfactoria y, por ello, lo aplican en todo el mundo.
El edil señala que se trata de una iniciativa que va en la línea de fomentar el civismo en la localidad. En este sentido, ha vuelto a reivindicar “el acuerdo histórico” con la patronal del ocio nocturno con el fin de incorporar diez vigilantes que reforzarán la seguridad en las calles donde se acumulan más bares y discotecas, con el fin de evitar la venta ambulante, las actitudes incívicas y generar malestar a los vecinos.
Grandes perspectivas de empleo
Lloret de Mar prevé para este verano unas perspectivas de ocupación “excelentes”. La gerente de Lloret Turisme, Elisabeth Keegan, explica que los hoteles tienen previsión del 95% hasta el mes de septiembre. Keegan ha explicado que el hecho de no llegar al 100% es una decisión que toman los propios empresarios para poder garantizar la calidad del servicio.
Además, la gerente de Lloret Turisme celebra la desestacionalización del turismo y resalta que Lloret recibe visitantes fuera de la temporada de verano. Así, Keegan ha destacado que las previsiones para el mes de octubre son “muy buenas” y eso genera “confianza en el sector”. Desde Lloret Turisme señalan la importancia de tener cerca el aeropuerto de Girona-Costa Brava, que está registrando un incremento de ocupación respecto al año pasado. “Estamos a 30 kilómetros, para nosotros eso es fantástico”, remarca.
Finalmente, Keggan ha revelado que el incremento de reservas en los cuatro campings de Lloret es otro dato que “hace evidente el interés de los visitantes por Lloret de Mar”. En este sentido, en el año 2023, pernoctaron 260.440 personas, lo que supone un incremento del 72% respecto a los datos prepandémicos. Por país, los visitantes que más se alojan en campings de Lloret son de Francia, Alemania, Países Bajos, y Reino Unido.
Todo ello, sumado a que Lloret ha sido distinguida como ‘Ciudad inteligente’ por parte del gobierno español, hace que el alcalde, Adrià Lamelas, considere que la etiqueta de “Turismo de borrachera sea algo del pasado. Ahora ya no se nos ve así”, concluye.