El acusado del crimen de Ripoll ha afirmado que “en ningún momento” tuvo intención de acabar con la vida de su madre cuando le asestó múltiples cuchilladas la mañana del 31 de octubre de 2021. El procesado, que solo ha respondido a la defensa, ha afirmado que “no hacía nada más” que consumir drogas y ha alegado que tiene alucinaciones, tanto visuales como auditivas.
Según su relato, el día de los hechos la mujer entró en la habitación mientras él dormía. Le vio un objeto en la mano y creía que la madre le quería hacer daño: “Me sentí acorralado”. Los peritos apuntan que el acusado podía tener las capacidades “disminuidas o anuladas” por el consumo de drogas, ligado a sus antecedentes psiquiátricos por intoxicaciones y a una discapacidad intelectual.