Varios pueblos de La Selva interior y La Garrotxa han incrementado la seguridad privada en las fiestas mayores, a raíz de varios incidentes provocados por grupos violentos que “van a reventar” la fiesta.
Se trata de bandas de jóvenes, muchos de ellos menores, que se dedican a ir a pueblos pequeños cuando hay fiesta con el único objetivo de pelearse con quienes encuentren.
De hecho, ya se han reportado varios casos como en Sant Feliu de Pallerols (Garrotxa) o en Les Planes d’Hostoles donde gracias al incremento de seguridad privada se evitó que hubiera más incidentes.
Además, los grupos violentos inician las peleas a las seis de la madrugada, aprovechando que existe el cambio de turno de los Mossos y así se complica la intervención policial.
Preocupación en los pueblos pequeños de La Selva interior y La Garrotxa, tras la serie de episodios violentos que se han registrado en las últimas fiestas mayores que ha habido. Un problema “habitual” según señalan los alcaldes de la zona y que les ha obligado a incorporar más seguridad privada alrededor de la zona de ocio donde se realizan los conciertos.
Estos grupos llegan a las cinco de la madrugada con el objetivo de buscar brega con los asistentes.
“Antes había incidentes cuando alguien llevaba una cerveza de más, pero ahora va más allá. Salen a picar y a hacer daño y lo que no puede ser es que no se pueda garantizar la seguridad a la juventud que sí busca divertirse y pasar una buena fiesta major”, señala la alcaldesa de Amer, Maria Rosa Vila.
De hecho, Amer es una de las poblaciones que ha reforzado el servicio de seguridad privada con cuatro vigilantes y dos controladores de acceso por las fiestas que comenzarán el 14 de agosto.
Y es que Vila recuerda que ya sufrieron un incidente por la celebración del Roser donde un grupo de jóvenes apalearon a otro chico.
La alcaldesa recuerda que estos pueblos pequeños no tienen Policía Local porque no cuentan con la población suficiente ni los recursos necesarios.
Amer tiene unos 3.400 habitantes y cuenta con vigilantes municipales, pero no tiene una policía como tal.
Esto hace que dependan de la seguridad privada que contratan y que, tras los casos de violencia, han reforzado triplicando la que por ley están obligados a contratar.
Coordinación con Mossos
Vila explica que una de las claves es la “buena coordinación” que tienen con los Mossos d’Esquadra para poder garantizar la seguridad.
Desde los ayuntamientos destacan “el gran trabajo que hace” el cuerpo para poder llegar a todas partes, si bien reconocen que si hubiera más efectivos “sería el mejor para todos”.
Una situación similar vive el alcalde de Les Planes d’Hostoles, Marc Puig, que también incrementó de manera “sustancial” la seguridad privada durante la fiesta mayor hace ahora quince días.
Además, en el caso de Les Planes se encontraron que uno de estos grupos vino a pelearse.
Explica que entraron a las cuatro de la madrugada en el recinto donde se hacía el concierto, cuando ya no se cobraba entrada.
Al cabo de un rato, cuando la fiesta estaba acabando, se inició una pelea, pero los vigilantes de seguridad sacaron a los participantes fuera donde justo llegaban los Mossos que los identificaron y no fue a más.
De hecho, desde el cuerpo han recomendado a los ayuntamientos que acaben las fiestas entre las dos y las cinco de la madrugada, para tener patrullas disponibles y que no les enganche en el cambio de turno.
Puig explica que para la fiesta pequeña que celebran en el pueblo en el mes de septiembre también han contratado más seguridad privada de la que están obligados.
“Nosotros tenemos claro que hay que garantizar la seguridad y en previsión y viendo la experiencia lo hacemos”, explica.
Hace unos años era “impensable”
Tanto Vila como Puig reconocen que problemas “siempre pueden haber” y que hace unos años también se contrataba seguridad privada, pero señalan que tener que coger los dispositivos actuales era “impensable”.
“Ahora hemos tenido que triplicar esta seguridad para poder apoyar a los Mossos d’Esquadra y que entre todos se pueda actuar con la mayor rapidez posible”, remarca Puig.