Trece paradas (cuatro de rosas, tres de libros y seis de productos artesanales y manualidades) y un san Jorge que se caracteriza por la sociedad laurediana son los rasgos más destacados de la festividad en Sant Julià de Lòria, donde la plaza Laurèdia se ha vuelto a vestir de rosas, dragones y libros con visitantes de todas las edades.
De hecho, este es uno de los rasgos que ha destacado la cónsul menor de Sant Julià de Lòria, Sofia Cortesao, que ha señalado la diferencia entre la parroquia y otras ferias más centrales. “Lo que nos caracteriza es la comunidad, las asociaciones y es un reflejo de qué estamos en San Julián, que somos gente que hacemos pueblo e intentamos ayudar al resto” ha expresado, mencionado que las paradas son la imagen de este hecho. Una visión que concuerda con la actividad durante la tarde, donde todo el mundo puede colaborar en un mural de san Jorge que se acabará colgando en el vestíbulo del Centro Cultural Laurediano.
Durante el san Jorge, es tradición regalar un libro y una rosa, pero cada vez son más las alternativas a las flores naturales e, incluso, a estos regalos para optar por manualidades. Así lo relata la creadora del negocio en línea Recreart by Party, Patricia Brito, que ha optado este año por desplazarse a la parroquia laurediana por falta de plazas en la capital. “Hago flores con goma Eva, alambre o tela. Es un poco más difícil que la gente se pare a las parroquias centrales, y aquí en Sant Julià de Lòria es más pueblo y la gente es más cercana” ha explicado, declarando que suele tardar entre quince minutos y una hora para hacerlas, según el tamaño y el material. Una iniciativa que surgió por la pandemia y por poder tener flores en casa, ya que a Brito le gustan naturales, pero no puede tenerla por la alergia de su marido. “El beneficio es que te duren y puede llegar a ser una alternativa diferente” ha destacado.
También empiezan a tener mucha salida los libros de segunda mano o las manualidades con tela como los dragones, los caballeros y las princesas, los tres protagonistas del cuento de Sant Jordi y el dragón. “Tengo una librería en casa y he decidido vender los que no usaba” ha mencionado la dependienta de Libros para Todo el mundo Loli, añadiendo que suelen tener un precio popular entre los dos y los cinco euros. Además, también crea ninots que atraen incluso a los representantes de las corporaciones comunales, ya que, según ha mencionado Cortesao en declaraciones a la prensa, aún no ha comprado libros ni rosas, pero ha optado por dragones de tela para sus hijos. Lo que está claro es que tanto comerciantes como visitantes disfrutan del san Jorge laurediano.
En cuanto a la firma de libros de autores andorranos, unos quince escritores se han reunido de las 10.30 a las 12 horas para firmar y compartir un rato con los lectores. Las actividades en la parroquia han continuado este mismo miércoles por la tarde con la creación del mural previamente mencionado y un taller de manualidades para los más pequeños. Además, también se han programado las actividades de las ‘Bibliovacaciones‘, que este año se realizarán en la plaza Laurèdia en lugar de la biblioteca nacional.