El Gran Casino Andorra pone en marcha una nueva edición de la escuela de crupieres que tendrá lugar entre el 5 y 30 de mayo. Tal y como explica el director del recinto, Josep do Santos, se trata de un curso intensivo enfocado a formar nuevos trabajadores para las mesas de cartas -póquer y blackjack- y completar así la plantilla de la zona de juego. Concretamente, la búsqueda de personal se centra en el público andorrano y a lo largo de la formación se enseñan conceptos como la manipulación de las fichas y las cartas, la explicación de los juegos y un apartado exclusivo dedicado a la atención al cliente. Uno de los requisitos principales para los aspirantes es el conocimiento del catalán.
Esta nueva edición de la escuela de crupieres tendrá lugar dentro de las instalaciones del Gran Casino Andorra. Se prevé que puedan participar unas cinco o seis personas para que finalmente entren a formar parte de la plantilla dos o tres. Tal y como expone Do Santos, la idea de la formación es educar a los aspirantes a llevar a cabo movimientos a los que no están acostumbrados, así como conocer los conceptos del juego bajo el punto de vista del proceso general pero también desde la perspectiva de las emociones que puede tener el cliente mientras juega. También se trabaja la técnica para manipular las cartas y las fichas. Una vez superada la formación, se inicia un periodo de prueba de dos meses en el recinto.
Do Santos también destaca como una parte esencial de los futuros empleados su capacidad de atención al cliente teniendo en cuenta que desde el recinto “vendemos una experiencia, no un producto” y por eso el trato hacia los visitantes del Gran Casino Andorra representa el 70% de la formación que apenas se pone en marcha de aquí a unos días. “Queremos que cuando el cliente se marche, tenga ganas de volver porque ha vivido una experiencia positiva bajo todos los puntos de vista”, afirma. Para presentarse en la escuela de crupieres, añade, tampoco hace falta experiencia previa ni haber ocupado antes un puesto de trabajo similar. “Solo buscamos que tengan una vocación por la atención al cliente”, apunta.
Actualmente, las instalaciones del Gran Casino Andorra cuentan con una plantilla formada por 50 personas, de las que catorce están destinadas a la caja de admisión y las máquinas y el resto a las mesas de juego. Aparte de esta formación inicial, Do Santos recuerda que desde la instalación siempre hay una “formación constante interna” con el fin de que los empleados puedan hacer más de una tarea dentro del casino. De hecho, se enseña a los futuros trabajadores a tener polivalencias, es decir, que puedan trabajar en diferentes zonas del recinto.