La sexta edición de la feria del vehículo de ocasión que se celebró en Sant Julià de Lòria hace ahora un par de semanas cerró sus puertas con medio centenar de vehículos vendidos y con varias operaciones pendientes de concretar. Ya fuera por dudas del potencial cliente o por cuestiones de financiación, las ventas quedaron en suspenso una vez terminada la feria, aunque se mantuvieron contactos.
Ahora, el departamento de Reactivación Económica de la comuna laureada ha hecho el seguimiento entre los diferentes concesionarios que estuvieron en la muestra y estos aseguran que en los días posteriores han cerrado una quincena de operaciones que hay que sumar a las que se consumaron durante la feria.
Por tanto, el total de vehículos vendidos es de 65, lo que supone que más de uno de cada cuatro de los que estaban expuestos ha acabado adquirido por los compradores, ya que el volumen total que se podía contemplar en el recinto ferial era de 250 unidades. Una cifra bastante positiva en un momento en el que el sector del automóvil no pasa por el mejor momento.
La consejera de Turismo, Judith López, se ha mostrado satisfecha porque “con estas cifras solo podemos que reiterar el éxito de esta edición de la feria”. Y ha recordado que el día de la clausura de la muestra, cuando se hizo balance, “ya anticipamos que hay compradores que se dedican a ver vehículos durante el fin de semana y se repensan los días posteriores y eso ha propiciado estas ventas adicionales”.
López ha asegurado que la comuna seguirá apostando por esta feria porque “no solo permite mover el sector del vehículo, sino sobre todo dar vida a nuestro comercio y nuestros restauradores”. De hecho, “hemos recibido un buen retorno de cómo les había ido ese fin de semana que es también nuestro objetivo, que venga gente al pueblo”.
