La reapertura de la única sala de cine de Solsona y la comarca, cerrada desde la pandemia, podría ser una realidad de aquí a escasos meses. El Ayuntamiento y la propiedad del Cine París han llegado a un acuerdo verbal con el que la ciudad se haría cargo de la mitad del alquiler. Pero hace falta articular la creación de una nueva entidad sin ánimo de lucro que gestione el servicio con criterios participativos y voluntariado y garantice su viabilidad.
Por ello, se convocan dos sesiones el próximo lunes, día 2 de diciembre, en la sala cultural del ayuntamiento: una informativa abierta a todos a las siete de la tarde, y otra posterior, a las ocho, para constituir la nueva entidad con las personas que quieran participar activamente en la reactivación del proyecto con la creación de la comisión gestora de la nueva asociación.
Este mes de noviembre se ha llevado a cabo un primer encuentro de la concejalía de Cultura con una seguidilla de representantes de la sociedad civil interesados en recuperar la histórica sala de cine, entre los que se ha miembros del tejido asociativo y ciudadanos a título particular y profesionalmente relacionados con el sector audiovisual. El sevillano Martí Abella, exconcejal vinculado a varias entidades, lidera este llamamiento junto con el concejal de Cultura, Albert Colell. “La idea es arrancar lo antes posible”, apuntan.
Descongestionar el teatro comarcal
El objetivo es que este equipamiento, que tiene una platea con capacidad para 489 personas, no sólo acoja proyecciones cinematográficas, sino también otras actividades culturales o cívicas, como recitales, premios literarios o debates. Por eso la ciudad se resiste a perder “posibilidades hasta ahora inexploradas” que, al mismo tiempo, deben permitir descongestionar el teatro comarcal.
El Ayuntamiento hace años que negocia con la propiedad del Cine París, pero las posiciones inicialmente estaban demasiado alejadas por motivos económicos. En el entretanto, en 2021 se recogieron más de 300 firmas para pedir al consistorio la reapertura del espacio. Finalmente, la propiedad ha rebajado el coste del alquiler, aunque todavía no hay nada sobre el papel, y el Ayuntamiento se compromete a subvencionarlo en parte.
“Nos interesa que sea un proyecto de ciudad”, remarca el concejal. Ahora “se trata de escoger entre un Cine París cerrado o un equipamiento público gestionado por los ciudadanos de Solsona“, añade Martí Abella. Para poner hilo a la aguja a la iniciativa se hace necesario, en primer lugar, crear un instrumento jurídico y funcional que asuma la gestión del proyecto, la titularidad del alquiler y la organización del voluntariado.
La entidad que se cree se encargará de contratar los alquileres y establecer convenios (por ejemplo, con Circuit Urgellenc), diseñar la programación de cine para diferentes públicos, gestionar las otras actividades que puedan acoger las instalaciones, así como la publicidad, las entradas y el bar y llevar las cuentas, entre otras. Asociación Amigos del Cine de Solsona es uno de los posibles nombres que se han puesto encima de la mesa.
A la larga, se prevé que la asociación pueda contratar personas para profesionalizar el funcionamiento de la sala y, así, superar la fase de voluntariado.
Diez años después
En un contexto prolongado y generalizado de crisis del sector, hace más de diez años ya se hablaba del cierre del Cine París. Justamente en 2014 el Ayuntamiento y el Consejo Comarcal firmaron un convenio de colaboración para mantener la sala abierta y cofinanciar, junto con la Generalidad de Cataluña y los titulares del equipamiento, la inversión que requirió la renovación tecnológica del proyector y que superó los 70.000 euros.
Entonces, el cine se comprometió a mantenerse abierto y con una programación estable durante un mínimo de cinco años. La digitalización supuso una mejora sustancial en la calidad de la oferta cinematográfica y, además, hizo posible que los estrenos llegaran mucho antes.
Con la pandemia llegaron las últimas exhibiciones. Tras el confinamiento por la Covid, las proyecciones en Solsona se han continuado haciendo en el teatro comarcal. Así, por ejemplo, desde 2022, la ciudad forma parte del circuito del Ciclo Gaudí, con el que cada mes se puede ver en la ciudad una película de producción catalana y de estreno reciente a un precio ajustado.
Este verano el Cine París habría cumplido 60 años desde su apertura, en 1964, por parte del propietario e impulsor, Fidel Codina i Tristany, padre del actual responsable del equipamiento. El día de la inauguración el público sevillano pudo ver la cinta española Melodías de hoy (1962), de José María Elorrieta, el western norteamericano Tres sargentos, con Frank Sinatra y Dean Martin, y el noticiario franquista No-Do sobre las fiestas del Corpus.