El Paraninfo de la Universidad Rovira i Virgili se ha quedado pequeño este viernes para homenajear a Antoni González Senmartí, uno de los impulsores de la URV y pieza clave en su crecimiento desde diversos cargos relevantes durante casi cinco décadas. Tenaz, riguroso, implicado, multidisciplinario, buen orador, empático, culto, entrañable, gestor de informes detallados e iniciativas sólidas, son algunos de los calificados que han salido en el ambiente de un acto que ha servido para repasar su trayectoria, a través de la proyección de un documental exhaustivo y de una mesa redonda con amigos y colegas. La música, una de sus grandes pasiones, ha dado color, gracias a la Coral y la Orquesta de la URV, al acto de homenaje, en el que el rector, Josep Pallarès, ha anunciado la creación de una colección de libros de Publicaciones URV temática humanística vinculada a su figura y que se financiará a través de un fondo patrimonial inspirado en su proverbial visión de futuro.
González Senmartí, Txatxo, tal y como se le conocía en la casa, murió el año pasado, con 75 años, poco tiempo después de jubilarse con 71 y concluir una estrecha e intensa relación con la URV que comenzó con sólo 24, cuando fue enviado por la Universidad de Barcelona a Tarragona para organizar el área de Filología Griega de la delegación de Filosofía y Letras. Aquel fue el primero de la multitud de papeles del auca, todos ellos trascendentes, que interpretó en los estudios universitarios de la ciudad, primero en la División VII de la UB, de la que llegó a ser presidente, y después a la URV De hecho, él ya fue clave en el nacimiento de la nueva universidad, ya que formó parte de la comisión gestora que elaboró el primer estatuto.
“Maestro de gestores”
A partir de ahí, estuvo presente en diferentes equipos de gobierno, siendo hombre de la máxima confianza del primer rector, Joan Martí, que lo tuvo como vicerrector de Estatutos y Economía. Con el segundo, Lluís Arola, fue vicerrector de Campus y Relaciones Institucionales, un cargo que requería, según explica el antiguo rector en el documental, “un gran conocimiento de la universidad y el entorno”. Francesc Xavier Grau le confió la secretaría general, mientras que Joan Anton Ferré le encargó la tarea de delegado de Relaciones Institucionales.
Así, jugó un papel clave, por ejemplo, en la ejecución de obras en los edificios que iban dando forma a la universidad, en la implantación del voto electrónico y en la concepción de los CRAI, para los que se inspiró en universidades europeas y que quiso que incluyeran todos los servicios para los estudiantes, no sólo la biblioteca. Tanta experiencia lo convirtió, según se ha reiterado durante el homenaje, en “maestro de gestores”.
Por sus amplios conocimientos de la historia de la Universidad, el rector Arola le encargó la redacción del libro sobre los diez primeros años de vida de la URV: La Universidad Rovira i Virgili: una aproximación a los diez primeros años de la universidad pública del sur de Cataluña. La última contribución a la URV ha sido, estos últimos años, la redacción del Plan Estratégico del Consejo Social, tal y como ha recordado durante el acto su presidente, Josep Poblet, que ha añadido “innovador”, “comprometido” y “ejemplar” a la lista de adjetivos ligados al homenajeado.
Más allá de la Universidad, Antoni González Senmartí fue clave en la creación y desarrollo del Instituto Catalán de Arqueología Clásica y del Archivo Tarradellas del Monasterio de Poblet. También presidió el Consorcio de Bibliotecas Universitarias de Cataluña (CBUC) y la Sociedad Española de Estudios Clásicos en Cataluña, entre muchos otros cargos que ocupó a lo largo de su vida, como los que desempeñó en la Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas (CRUE).
Todas estas funciones, y de manera especial su personalidad, han sido glosadas en la mesa redonda que ha centrado el acto de homenaje, en el que han intervenido Silvia Sancho Roca, antigua vicegerente; Antonio Terceño Gómez, exdecano de la Facultad de Economía y Empresa; Jesús Carruesco García, investigador del ICAC-URVURV; María Teresa Lozano Mellado, secretaria general de la CRUE, y Octavi Vilà i Mayo, obispo de Girona, antiguo abad de Poblet.
El rector Josep Pallarès, por su parte, ha recordado que Antoni González Senmartí no era amigo de los homenajes y que no ha quedado inmortalizado en muchas imágenes de momentos trascendentes ni en fotografías oficiales, pero precisamente demuestra, según asegura, que las personas realmente importantes se calibran por su grado de implicación y que, más allá de las fotos, él siempre estaba presente y activo cuando pasaban cosas importantes en la URV. Siempre, en palabras del rector Francesc Xavier Grau, con un elevado componente “cimentador y cohesionador”. Todo por la fidelidad y el aprecio hacia una institución que era, tal y como él mismo afirmaba, su vida.