Sant Jordi en Terrassa arranca con fuerza e ilusión

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Roses de la floristeria Gras de Terrassa. Foto: Júlia Ponsa.

La ciudad de Terrassa tiene mucho potencial y cada vez más es un polo de atracción turística para gente tanto de dentro como de fuera de la comarca. Edificios modernistas, ferias conocidas en todo el país e iglesias consideradas patrimonio de la humanidad la consolidan como una ciudad idónea para visitar y escapar del bullicio de grandes capitales.

En un día tan señalado como hoy, la Diada de Sant Jordi, Terrassa vuelve a sacar pecho y evidencia que a pesar de no ser la capital del país, el despliegue que hay por Sant Jordi es cada vez más notorio. En este sentido, centenares de paradas de libros y rosas inundan el centro y la periferia de la ciudad egarense, además de ofrecer a lo largo del día visitas al patrimonio de la ciudad y actuaciones por parte de diferentes agrupaciones de cultura popular.

Aunque el tiempo es incierto, de momento, los terrassencs y terrassenques se pueden considerar afortunados, ya que a pesar de la bajada de temperaturas el sol va sacando a la cabeza de forma intermitente.

Desde primera hora de la mañana los más madrugadores y madrugadoras ya han salido de casa para hacerse con su rosa. Los más tradicionales, lo tienen claro: la rosa debe ser roja. Otros, sin embargo, la prefieren blanca, amarilla, azul o, incluso, multicolor. Algunos han acudido a su floristería de confianza y otros, a alguna de las muchas paradas en la calle. Además, la gran mayoría de paradas son de alguna entidad, ONG o centro educativo, por lo que comprar una rosa permite colaborar y, en definitiva, ayudar de forma altruista.

Paradeta del Centro de Atención de Animales Domésticos de Terrassa. Foto: Oliveras Ponsa.

Por ejemplo, es el caso de la paradeta del Centro de Atención de Animales Domésticos de Terrassa (CAAD), que además de ofrecer rosas naturales y en forma de golosina, también ofrece galletas y accesorios para los amigos peludos, puntos de libro hechos a mano o llaveros. “Comprar una rosa a una parada como esta permite aportar tu granito de arena a hacer que los perros y gatos del CAAD Terrassa estén en mejores condiciones”, afirma la Susana, voluntaria de la Protectora.

Asimismo, y tal como marca la tradición, Sant Jordi no es Sant Jordi sin libros. En este sentido, los centros neurálgicos de la ciudad donde se concentran más paradas de libros son en la emblemática plaza Vella, el Raval de Montserrat, la calle Major y la calle de la Font Vella, entre otros. De hecho, muy pronto por la mañana ya hemos podido ver como la plaza vieja se llenaba de gente comprando libros pero a medida que avanzaban las horas y el cielo dejaba claro que hoy no dejaría caer ninguna gota de agua el número de ciudadanos ha aumentado exponencialmente.

Aglomeraciones de gente ilusionada porque para muchos “hoy es el día más bonito del año”; y los paradistas, por su parte, no dan abasto atendiendo a las peticiones de los lectores más indecisos. Y aunque el abanico literario es exageradamente amplio en cuanto a géneros y público, por los terrassencs, una de las novedades literarias que está previsto que haga record de ventas es la novela “Aprender a esquivar las balas”, del periodista Xavi Coral, a quien desde el Diario La Ciudad pudimos entrevistar en primicia recientemente.

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