El Gran Teatre del Liceu ha sido escenario de una gran polémica tras el concierto de Año Nuevo a cargo de la Hollywood Symphony Orchestra, que ha levantado una oleada de críticas en las redes sociales. El público, que esperaba un recital de primer nivel a la altura de la institución, quedó decepcionado ante la mala sonoridad de la orquesta y la desafinación de algunos instrumentos. Varias piezas que interpretaron, como La guerra de las galaxias de John Williams o Piratas del Caribe de Hans Zimmer, generaron especial rechazo, ya que las versiones ofrecidas por la orquesta no se parecían nada a las originales.
Algunos asistentes, que habían pagado hasta 80 euros por las entradas, no dudaron en expresar su insatisfacción en las redes sociales, destacando la mala acústica del Liceo y la debilidad de la interpretación, especialmente de la trompeta, que sonó desafinada. Las críticas se multiplicaron en los días posteriores, y se han sumado al malestar generalizado que ya se había manifestado en otros conciertos programados durante las fiestas de Navidad.
La mayoría de estas críticas se han centrado en la productora NK Prodarte, responsable de la promoción de la orquesta. Esta compañía, que ofrece una decena de orquestas de gira en Europa, ha sido acusada de ofrecer un espectáculo de baja calidad bajo el nombre de la Hollywood Symphony Orchestra, que muchos consideran una formación amateur, aunque se presenta como una orquesta de prestigio norteamericano.
Según algunos asistentes, el hecho de que estos conciertos se presenten bajo el paraguas del Liceo ha creado confusiones, ya que el público los asocia con la programación habitual de la institución, que es conocida por su calidad artística. Además, varios testigos han indicado que la productora no ofreció las condiciones mínimas para la correcta interpretación de las piezas. Un músico de la orquesta aseguró en una entrevista en El Matí de Catalunya Ràdio que las condiciones laborales eran “las peores que había visto en toda su carrera”, y añadió que ni siquiera habían ensayado las obras de Disney que tenían que tocar en el concierto.
Las quejas también han incluido denuncias por la mala gestión de los recursos, como la falta de partituras para todos los músicos, que incluso ha obligado a cancelar algunos conciertos. Los miembros de la orquesta han compartido sus experiencias a través de las redes sociales, destacando la falta de preparación y la organización defectuosa de las giras.
Desde el Liceu, su director, Valentí Oviedo, ha afirmado en una entrevista en TV3 que “a partir de mañana toca hacer el análisis de lo que ha pasado”, aunque ha señalado que el teatro no tiene “control de calidad” sobre los espectáculos organizados por productores externos. El Liceo sólo alquila la sala en NK Prodarte, pero no tiene ninguna influencia sobre el ámbito artístico de las actuaciones, lo que ha generado una cierta confusión entre el público.
En este sentido, la productora, que opera también en otros equipamientos de Barcelona, como el Auditori, no ha querido hacer ninguna declaración sobre los incidentes.