El departamento de Territorio ha iniciado los trabajos de señalización de las obras de ampliación de la C-16 a su paso por Terrassa. El objetivo es adaptarla a las necesidades de absorción del tráfico que comportará la entrada en funcionamiento de la B-40 entre Viladecavalls y Abrera.
Las obras durarán un año, supondrán una inversión de 10,6 millones de euros, y consisten en la construcción de un tercer carril en ambos sentidos de la circulación para facilitar la movilidad y contribuir a la fluidez del tráfico. Se calcula que la B-40 puede llegar a aportar a la C-16 unos 28.000 nuevos vehículos diarios, que se añadirían a los 61.000 actuales. Sin embargo, el ministerio de Transportes aún no ha definido cuándo será su apertura.
En la calzada en sentido Barcelona, se trabajará en la prolongación de la entrada que proviene de la C-58 y de la B-40 en Terrassa hasta la salida con la C-243c, mediante un carril de trenzado que facilita los cambios de carril de 700 metros de longitud. Se prolongará la entrada de la B-40 hasta el enlace de Terrassa Centre, con una longitud de 1,4 kilómetros.
En la calzada sentido Manresa, se prolongará el tercer carril proveniente de la incorporación de la C-16 hasta la conexión con la B-40, con una longitud de 900 metros. También se prevé un nuevo carril de unos 350 metros para conectar con seguridad con la B-40 y la C-58.
También se realizarán actuaciones como la mejora de la estabilidad del muro de escollera a la salida de la C-243c, así como la rehabilitación del puente de esta carretera sobre la C-16. Se prevén otras tareas complementarias de señalización, barreras de seguridad y elementos de drenaje.