Barcelona cerró el año 2023 con un índice de confianza del sector comercial (ICSC) positivo, de 0,7 puntos. Esta cifra representa un aumento de más de 6 puntos que el año anterior, cuando se situaba en -5,7, y casi 37 puntos respecto al primer trimestre de 2020, cuando era de -36,2.
Según el informe de la Oficina Municipal de Datos (OMD), la mayoría de ramas de actividad comercial presentan un índice positivo y destaca especialmente el sector de la automoción, con un ICSC de 8,2 puntos tras años de acumular valores muy negativos. El ICSC, que se elabora con una muestra de 1.200 negocios, mide el sentimiento, optimista o pesimista, que tienen los titulares de los negocios comerciales respecto a su actividad, tanto en el pasado como en el futuro.
Esta mejora del ICSC, según el Ayuntamiento de Barcelona, se explica por el indicador de las expectativas (19,7 puntos), que compensa la valoración de la situación actual, que se mantiene en un valor negativo (-16,7 puntos).
Por sectores, destacan el comercio cotidiano no alimentario, que se sitúa por encima de los 10 puntos, y la automoción. Las dos únicas ramas con valores negativos son los comercios dedicados al menaje del hogar (-12,1) y al equipamiento personal (-2,7).