La Guardia Civil ha detenido a un presunto yihadista que usaba las redes sociales y plataformas de mensajería instantánea encriptadas para adoctrinar y promover el uso de la violencia con fines terroristas. El arresto tuvo lugar el 1 de julio en Cornellà de Llobregat (Baix Llobregat).
Paralelamente, el instituto armado ha desmantelado a un grupo de jóvenes vinculados a la organización terrorista DAESH. En un operativo conjunto con la Dirección General de Vigilancia sobre el Territorio Marroquí, los agentes detuvieron a ocho personas e hizo varios allanamientos en domicilios de Melilla, Madrid y Málaga.
La Guardia Civil ha explicado que la labor mediática del hombre arrestado en Cornellà estaba centrada en la maquetación de contenidos multimedia yihadistas, nutriéndose de aplicaciones de edición especializadas y sustentadas por inteligencia artificial.
Ha asegurado que, a pesar de su juventud, el individuo se erigió en un reconocido combatiente terrorista virtual con gran influencia sobre los individuos a quienes trataba de radicalizar.
Los agentes del instituto armado lo arrestaron en un dispositivo que se llevó a cabo el 1 de julio. El joven pasó a disposición judicial el 4 de julio y el magistrado decretó su ingreso en prisión provisional.
Ocho detenidos en Melilla, Madrid y Málaga
Por otra parte, en una operación desarrollada el 2 de julio bajo la dirección del juzgado central de instrucción número 6 y la Fiscalía de la Audiencia Nacional, se detuvo a ocho individuos en Melilla, Alcobendas, San Sebastián de los Reyes y Málaga.
La investigación comenzó en el año 2023, cuando la Guardia Civil tuvo constancia de un grupo de jóvenes sospechoso que residía en Melilla. Los agentes constataron que los integrantes de esta estructura usaban grupos privados de mensajería para difundir material propagandístico idóneo para el adoctrinamiento terrorista a terceros y que incitaba a cometer actos violentos.
Las indagaciones policiales permitieron obtener indicios sobre la organización y confirmar que buena parte del material detectado pertenecía a organizaciones terroristas como el DAESH o DAESH-KP. Según la Guardia Civil, el grupo había contactado con otros individuos afines que se encontraban en otros puntos del Estado. Estas personas eran adoctrinadas, mediante el envío de propaganda yihadista y recibían asesoramiento e instrucción.
En la última fase de la operación, los investigadores determinaron que los miembros de la banda habían interiorizado los postulados violentos de la yihad. Por ello, se realizaron entradas simultáneas en Madrid, Málaga y Melilla, con varios arrestos y las pertinentes detenciones.
Los arrestados pasaron a disposición judicial el 4 de julio. El magistrado decretó su ingreso en prisión.