El Departamento de Cultura inicia la actuación para descubrir y consolidar las pinturas murales originales que Helios Gómez hizo en homenaje a los presos en la llamada capilla Gitana, en la cárcel Modelo de Barcelona. Estas pinturas no se pueden ver desde 1998 porque quedaron tapadas bajo varias capas de pintura que aún las cubren. La capilla Gitana es el nombre con el que se conoce la celda número 1 del primer piso de la cuarta galería, en el antiguo corredor de los presos condenados a muerte y que cubría las funciones de oratorio. La celda fue pintada en 1950, durante una de las estancias del pintor, cartelista y poeta en la cárcel.
Helios Gómez nació en Sevilla en 1905 y murió en Barcelona en 1956. Era pintor, dibujante y grabador, cartelista y poeta. Fue el representante más emblemático del grafismo ibérico de la primera mitad del siglo XX, y también un revolucionario y militante anarquista durante la Guerra Civil española.
Entre 1945 y 1946 y 1948 y 1954 es arrestado y encarcelado en la cárcel Modelo de Barcelona, donde pinta el oratorio conocido como La Capella Gitana y compone un corpus poético. El Ayuntamiento de Barcelona ha trabajado en los últimos años en la recuperación de la memoria de este artista, como muestra la exposición ‘Días de ira’ que se hizo en la Virreina Centro de la Imagen.
El nombre de la capilla viene dado por el hecho de que todos los personajes, incluida la Virgen y el Niño, están representados con la piel oscura característica de la etnia gitana a la que el artista pertenecía. Son unas pinturas que el sevillano hizo en homenaje a los presos y a su patrona la Virgen de la Merced, patrona también de la ciudad de Barcelona.
Estas pinturas fueron tapadas en 1998 con varias capas de pinturas (azul-blanca), argumentando motivos de higiene. Gracias a varios testimonios fotográficos antiguos se conocen las composiciones pictóricas en dos de los paramentos de la celda.
De la mano del Centro de Restauración de Bienes Muebles de Cataluña, el proyecto ahora inicia la segunda fase con una duración aproximada de tres meses. La primera consistió en estudios previos que confirmaron la existencia de pintura mural en toda la celda, incluyendo el techo. La segunda fase, de descubrimiento de las pinturas, “es una actuación muy dificultosa porque las capas sobrepuestas son muy rígidas, están muy adheridas y se deben eliminar milímetro a milímetro para no estropear la pintura original”, señala el Ayuntamiento de Barcelona en un comunicado.
Mediante sistemas mecánicos y químicos se irá haciendo la retirada de las capas de pintura superpuestas. Una vez descubiertas las pinturas murales se hará una fotogrametría 3D de todo el conjunto.
En una tercera fase se restaurarán las pinturas murales una vez descubiertas y en una cuarta fase se elaborará un protocolo de conservación preventiva. Posteriormente, se realizará la musealización del espacio en consonancia con el resto del Espacio Memorial que se ubicará en la cuarta galería y en el panóptico.