Xavi Paz fue reecogido alcalde de Molins de Rei, gracias a su victoria en las municipales del 28M. Aunque en los últimos años siempre había pactado con el mundo convergente, en esta ocasión ha forjado un gobierno de coalición con los comunes, un socio con el que se siente “muy cómodo”. La vivienda, el cuidado de la vía pública o la nueva residencia serán algunos de los elementos claves del mandato. Hablamos en esta entrevista en La Ciudad, donde también nos explica las novedades de la Feria de la Candelaria de este año.
Este mandato ha cambiado de compañeros de viaje, formando gobierno con los comunes. ¿Cómo valora la relación con sus nuevos aliados?
Muy cómoda, fácil y productiva. Cuando uno llega a un acuerdo por el bien de Molins de Rei, desde la lealtad y la sintonía de muchas de las propuestas; es muy fácil. A partir de ahí, es evidente que algunas políticas denotarán esta composición diferente del gobierno municipal, aunque tenga el liderazgo del propio partido. La sintonía que podemos tener con el socio se verá en los próximos meses.
Teniendo en cuenta que en los últimos años siempre habían tenido otro socio y que hacía tiempo que no se encontraban con el espacio que representan las comunas, ¿fue difícil llegar al acuerdo?
Después de un periodo en el que había una competencia entre las dos fuerzas hegemónicas del pueblo (Iniciativa y PSC), desde 2011 ambas no sumaban mayoría. Doce años más tarde la suma da esta opción de una mayoría consistente, fuerte y que garantiza una acción de gobierno. Son nuevos tiempos, nuevas personas y nuevos programas.
Cuando hablamos en junio de 2023, fue fácil encontrar los puntos de acuerdo y los principales aspectos que se tenían que trabajar. Agradezco la responsabilidad del socio al entender que había determinados proyectos del mandato anterior que no se podían detener. Eso era complementario a dar más impulso a proyectos que fuimos capaces de priorizar en este pacto de gobierno. Por ejemplo, trabajar para la internalización de la gestión de la guardería.
¿Cuáles son los objetivos principales del gobierno?
Venimos de un periodo de gran impulso de equipamientos y de transformación en el municipio. Muchos de ellos ya están hechos y otros se entregarán este mandato. Sin duda, este mandato debe ser el de la mejora de la calidad del espacio público y sus servicios. En el mes de marzo asignaremos temporalmente el servicio de la recogida de basuras y limpieza a la empresa municipal, antes de que preparemos un nuevo concurso. Por otro lado, la sequía hace que otras medidas de impulso de la renaturalización del espacio público, como el plan de arbolado el primer año de mandato, no se puedan hacer de momento.
A ojos de la ciudadanía, ¿qué debe suponer la internalización del servicio de limpieza y recogida de basuras?
Siempre digo que el modelo de gestión es una cuestión de consumo interno del Ayuntamiento. El ciudadano lo que tiene que ver es que hay un servicio de calidad. El hecho de cómo lo prestamos es un tema de debate político. Desgraciadamente, ahora mismo el servicio no tiene un nivel de calidad que queremos. Ante el anuncio de la empresa de que quería renunciar al contrato y que no tenemos preparados los nuevos pliegos, hemos encontrado esta solución transitoria. De cara al ciudadano, debe traducirse en un incremento de la calidad del servicio, la recuperación del clima laboral de los trabajadores y poder tener un mayor conocimiento del servicio para ver si hacen falta más recursos. Esto debe ir acompañado con la inversión de mejoras de los contenedores.
¿Podrían decantarse por municipalizar el servicio, en lugar de que una empresa externa lo gestione?
Tendremos que analizarlo, no hay ninguna puerta cerrada. Cuando estudiamos los diversos servicios municipales, no es lo mismo que la internalización de los servicios de guardería, porque principalmente su coste es el personal. En el caso de la recogida de basuras o limpieza, requiere una inversión en maquinaria. Por ello, se tiende a optar por una concesión, dado que a la musculatura de la empresa le es más fácil soportar las inversiones. Insisto, siempre que la calidad se pueda mantener en un nivel óptimo.
La plaza de la U de octubre está prácticamente terminada, ¿qué actuaciones urbanísticas tienen que ver la luz este mandato?
La plaza del uno de octubre debe entenderse como una nueva centralidad, en el momento que estamos acabando la recuperación del edificio del Molino. Sin embargo, hay que recordar que también tenía una segunda fase de renaturalización al otro lado del edificio, que es lo que tenemos que trabajar este mandato. El otro espacio es el parque del Puente de la Cadena, que hace de rótula entre una parte del municipio y el barrio del Canal. Tenemos que hacer la quinta fase de obras de la avenida Barcelona y Valencia, la que va desde la calle Riera Mariona hasta el Riera Bonet. Además, queda el microurbanismo con detalles y conexiones entre barrios. Más allá de otras obras, hay un aspecto crucial: eliminar la actividad de la Gravera del lado norte del municipio, que acabaría con la última actividad industrial contaminante.
La vivienda es una de las principales preocupaciones del país. Han prometido 150 pisos de vivienda pública para este mandato. ¿Qué tempos plantean?
Desde la credibilidad que da haber cumplido las 150 viviendas que prometimos el mandato anterior, estamos seguros de que como mínimo haremos 150 viviendas más este mandato. Estos dos lotes garantizados en el barrio de Les Guardioles y esperamos poder anunciar muy pronto el acuerdo con IMPSOL en la zona de la plaza de la Libertad que garantizaría un mix entre alquiler y propiedad. Debemos explorar la posibilidad de hacer más vivienda de protección oficial, incluso alguna vivienda dotacional para las personas mayores en la parte baja. A pesar de habernos comprometido en 150 viviendas, trabajamos para ampliarlo aún más.
Molins será declarada zona de mercado residencial tensado.
Debemos explorar las vías que ofrecen el resto de administraciones. Los índices de precio del alquiler y la declaración de zona tensada nos debe dar posibilidades de que se genere y salga al mercado más vivienda de lo que hay. Al hecho de estar cerca de Barcelona, se le suma la atractividad de ser un municipio activo socialmente, bien conectado y con una cierta identidad de comunidad. Con estas circunstancias, el nivel de vivienda en alquiler es escaso y excesivamente caro.
Algunos de los detractores de la ley dicen que su aplicación podría sacar pisos del mercado. ¿Cree que puede suceder en Molins?
Hay que escuchar a todos los expertos. En política de vivienda hay que hacerlo de todo. Cuando te concentras sólo en promover vivienda de protección social de propiedad, no es suficiente. Si hicieras sólo de alquiler, tampoco sería suficiente. Es importante mirar las garantías para que se haga una bolsa de vivienda en alquiler y, si podemos frenar el incremento del precio de determinados alquileres, bienvenido sea. Al mismo tiempo, debemos dar garantías al propietario para que no tenga situaciones de impagados. Para ello, se necesita una concertación de administraciones y escuchar al sector privado. En la línea de lo que ha hecho el área metropolitana, que tiene instrumentos como IMPSOL o el operador mixto de la vivienda.
La construcción de la nueva residencia está muy cerca. ¿Cómo debe adelantar este mandato?
Queda sólo un paso. En noviembre y diciembre decidimos el modo de gestión, el reglamento, el traslado y la ampliación. Ahora estamos trabajando para aprobar los pliegos de licitación con los que iremos a los operadores privados para que se presenten. Esperamos que en el mes de abril lo podamos aprobar para que el horizonte con el que trabajamos es que a final del año esté resuelta la licitación y las obras comiencen. Si esto fuera así, a finales de 2026 ya la tendríamos terminada y en 2027 la residencia se pondría en marcha.
Su socio de gobierno puso el acento en que la gestión no fuera íntegramente municipal.
Partimos del mismo posicionamiento. Es una competencia de la Generalitat, que debería hacer este equipamiento. En la línea de muchas otras decisiones que debería hacer y no hace. La diferencia de enfoque es que, a pesar de coincidir en que la Generalitat debería hacerlo, no te puedes quedar de brazos juntos.
En el mandato anterior decidimos explorar todas las vías para que fuera el Ayuntamiento de Molins el que la construyera, sin hipotecar toda la acción de gobierno. Una vez descartado que la inversión la hiciera el consorcio social y sanitario, la única opción era hacer un concurso que decidiera la gestión y la obra. De todas maneras, me remito al último acuerdo de gobierno, donde vamos a votar de manera unánime. De hecho, menos un grupo, que se abstuvo, todo el pleno estuvo de acuerdo con la vía y todos declararon que lo bueno lo hiciera la Generalitat.
Pasado un tiempo, ¿cree que los albores de la Fiesta Mayor deben suponer algún cambio en la seguridad o en la misma fiesta?
Se están analizando todos los escenarios. Si avanzamos el acuerdo para construir las viviendas públicas en la plaza Libertad, el espacio de conciertos de la noche quedará afectado. Por tanto, tanto por los hechos como por esta transformación estamos obligados a hacer una reflexión sobre dónde y qué formato queremos de actividad nocturna. Entendiendo que tenemos una fiesta mayor sana y una comunión absoluta entre ayuntamiento y entidades. La reflexión la queremos hacer con las entidades, los jóvenes y los expertos en seguridad, para ver si es mejor un solo escenario o disgregarlo.
El dispositivo fue más amplio que nunca, pero no fue suficiente para evitar un acontecimiento muy llamativo. No comportaron ningún daño personal y en la junta de seguridad local todos coincidieron en que fueron unos hechos espontáneos.
Esta semana han presentado la 173ª Feria de la Candelaria. ¿Cuáles son las novedades?
La novedad principal es que ya utilizamos el Molino, en la planta baja con las catas, y tendremos 50 expositores más que el año pasado. En esta edición, reactivamos el plantel, introduciendo un espacio nuevo. Por otro lado, la pregonera será Lidia Lozano, investigadora molinense del IRTA, y el cartel hace una clara referencia a este tiempo de sequía que existe. Además, consolida el nuevo espacio de la Rambla de la Granja, haciendo de la Feria el principal escaparate que tenemos los molinenses.
Es un poco un calentamiento de cara al 175º aniversario.
Este año se consolidan cambios, el año que viene haremos algún otro y el 175 será una edición más especial.