La vicepresidenta tercera del gobierno español y responsable de Transición Ecológica, Teresa Ribera, admite que el presidente Pedro Sánchez está “abatido” pero afirma que “debe seguir”. En una entrevista al diario ‘El País’, Ribera defiende que “queda mucho por hacer” en el gobierno español y que “la rabia también es un elemento de fortaleza”. La también candidata del PSOE a las europeas asegura que estos años han “estado muy duros” por el líder de los socialistas y que “cualquiera puede acabar rompiéndose”. Ribera dice que no ha hablado con Sánchez desde el miércoles, porque está “aislado”, pero niega que su decisión sea una táctica política. De hecho, considera “miserable” que el PP y parte de la prensa “intenten cuestionar la honestidad” de la carta de Sánchez.
“En este proceso acumulado de ataques tan prolongado en el tiempo, se ha ofrecido a menudo una imagen deshumanizada del presidente, caracterizado por como un personaje frío, imperturbable, a quien nada le afecta, a quien sólo le interesa aferrarse al poder”, lamenta Ribera.
Según ella, la denuncia contra la esposa de Sánchez, Begoña Gómez, es solo “la gota que hizo derramar el vaso”. “El miércoles por la mañana estaba muy afectado, pero creo que ha sido un proceso de acumulación”, afirma la vicepresidenta tercera. Según ella, tras las elecciones municipales y autonómicas del año pasado, Sánchez también vivió un “momento duro” en el que se concentró en reflexionar “y del que salió la convocatoria electoral” del 23-J.
Ribera destaca que “Sánchez tiene que levantarse y seguir adelante” y aunque dice que al final la decisión es puramente personal, se muestra “convencida” de que la fuerza de la legitimidad de su gobierno y el sentirse “apoyado” es “crucial”.
“Si sigue, se acaba el ruido, no hay ninguna duda. Y si no sigue, el partido tendrá que reflexionar sobre cómo resolver esta situación, con la Constitución en la mano”, concluye.
