Un hombre ha sido condenado a 21 años de prisión, cinco más de libertad vigilada y 50.000 euros en concepto de indemnización por haber abusado sexualmente de sus sobrinas de 10 y 12 años que tuvieron que ser atendidas tras contraer diferentes enfermedades sexuales.
La Audiencia Provincial de Castellón da así por probados los abusos del sospechoso, un hombre de 55 años y de nacionalidad rumana que quedaba a cargo de las dos niñas por las tardes, cuando ellas salían de la escuela.
Según recoge el diario ‘Levante-EMV’, todo se destapó cuando una de las pequeñas llegó a su casa con una chuzada en el cuello. Los padres le preguntaron por su origen, y aunque primero se negó a responder, la menor acabó confesando que le había hecho su tío y que tenía otra en el pecho.
A partir de ahí, la niña confesó también que el adulto la tocaba por dentro de su ropa y que cometía agresiones sexuales de diversa tipología contra ella. Los padres llevaron a la niña al hospital para una exploración y confirmaron que la niña había dado positivo en diversas enfermedades de transmisión sexual como el herpes y el ureaplasma parvum.
Cuando los hechos salieron a la luz, una primogénita de la niña acabó explicando que ella también había sufrido las mismas agresiones. Una exploración médica lo confirmó: la niña tenía vaginosis, herpes, Epstein-Barr, citomegalovirus y dio positivo por la presencia de la bacteria escheríchia coli.
El tribunal ha dado la versión de las dos niñas por buena, considerando que sus testimonios son “creíbles, persistentes en la incriminación y verosímiles”. Además, los forenses y los informes médicos ya habían dado “máxima credibilidad” a sus relatos. Por todo ello, el hombre tendrá que pasar 21 años en prisión, y cuando salga pasará cinco años en libertad vigilada. Además, tendrá que pagar una indemnización de 50.000 euros.