Las personas con cáncer tienen un 34% más de probabilidades de perder el trabajo en comparación con la población general, según datos del Observatorio del Cáncer. En concreto, un 28,4% aseguran haber perdido o dejado el trabajo después de la enfermedad.
Por otro lado, la reducción del 25% de la nómina en las incapacidades temporales, sumado al largo periodo de las mismas por la enfermedad, hace que muchos pacientes estén en una situación económica vulnerable. El cáncer provoca un coste económico superior a los 10.000 euros al 41% de las familias durante la enfermedad. Esto las puede llevar a una situación de riesgo de exclusión social.
La Asociación Contra el Cáncer en Barcelona, coincidiendo con el Día Mundial Contra el Cáncer, ha hecho un llamamiento para que todos los actores sociales se unan con el objetivo de aliviar o reducir el impacto laboral en las personas que han sufrido un cáncer. En el Estado español se estima que hay más de 2,2 millones de personas a las que se les ha diagnosticado uno a lo largo de su vida.
La entidad ha alertado de que el aumento de la tasa de incidencia sumado a la de supervivencia plantea nuevos retos, como la necesidad de poner el foco sobre las necesidades no cubiertas. Entre ellas, la pérdida de trabajo y la reinserción laboral, que alertan de que cada vez es más complicada. Esto es así por el dolor, las dificultades de concentración o movilidad, el cansancio, los largos periodos de inactividad o las secuelas que deja la enfermedad en muchos casos.