La sequía actual que afecta a las cuencas internas del este de Cataluña es la más grave de los últimos 200 años en cuanto a la precipitación recogida y según un trabajo del Instituto de Investigación del Agua de la UB. La investigación ha comparado la pluviometría de los tres últimos años de Barcelona con la serie de anomalías de precipitación acumulada anual del Servicio Meteorológico de Cataluña.
La conclusión ha sido que para localizar tres años seguidos con unos datos de lluvia similares a los actuales o más bajos, hay que retroceder hasta el inicio de los años veinte del siglo XIX. Además, la investigación ha alertado de que las reservas de los embalses de las cuencas internas han caído por debajo del 15%, lo que supone el menor porcentaje del Estado.
Javier Martín, catedrático de la Facultad de Geografía e Historia de la UB y responsable de la investigación ha calificado la situación “de excepcional” y ha dicho que “se trata no sólo de una sequía pluviométrica e hidrológica, sino también agrícola y ecológica, por los efectos negativos en la agricultura y los ecosistemas, y socioeconómica, con afectaciones en la mayor parte de los sectores económicos”.
Martín también ha analizado estadísticamente la serie pluviométrica anual completa del Observatorio Fabra de Barcelona (1914-2023), que pertenece a la Real Académica de Ciencias y Artes de Barcelona. Los datos indican que los tres años con menos agua de la serie (110 años) son los años 2021, 2022 y 2023, con poco más del 50% de media. “Este hecho tiene una probabilidad de ocurrencia ínfima”, ha remarcado.
En clave de futuro, ha apuntado que las predicciones estacionales de precipitación y temperatura no muestran, desde ahora hasta avanzada la primavera, lluvias claramente superiores a las normales, mientras que la temperatura media seguirá siendo superior a lo que se esperaría en esta época.