Un proyecto pionero impulsado por el CISTE (Centro de Innovación y Simulación en Salud) de la extranet, y la Fundación Pere Mata en Les Terres de l’Ebre, tratará trastornos alimentarios con realidad virtual y conectividad avanzada.
Jóvenes de entre 12 y 24 años del entorno rural recibirán los equipos de realidad virtual y conectividad avanzada, incluyendo 5G donde sea posible.
De esta manera recibirán terapia inmersiva desde casa conectándose, a tiempo real y con gafas de realidad virtual, con profesionales de salud mental.
La realidad virtual es una “una herramienta terapéutica innovadora” que en el campo de la salud mental facilita crear “un entorno seguro, controlado y de exposición gradual”, para mejorar el control de la ansiedad.
El proyecto, que durará un año, tiene por “objetivo principal” mejorar el control de la ansiedad en adolescentes con trastornos de la conducta alimentaria (TCA) con una intervención psicoterapéutica inmersiva con realidad virtual.
Esta tecnología permite crear “un entorno inmersivo” que “facilita la reflexión y el control emocional” en pacientes que sufren situaciones de estrés significativo asociado a sus TCA.
Las personas afectadas con este trastorno sufren mucha angustia y miedo cuando se exponen a la comida.
Estos sentimientos también se asocian a la percepción de la imagen corporal. La intervención terapéutica empleando ambientes inmersivos puede acompañar las reacciones emocionales en las personas con TCA, “con un nivel de autorreflexión que supera la imaginación y con más sensación de control en casos de afrontamiento llevados a la realidad”.
Con las gafas de realidad virtual se podrán hacer terapias a tiempo real supervisadas por profesionales de manera remota.
Se asegurará conexiones de alta velocidad y baja latencia en la comunicación, con un tiempo mínimo de retraso entre el envío y la recepción de los datos, hecho “crucial” en las terapias visuales para asegurar una experiencia “óptima y efectiva”.