Foment del Treball ha instado al Gobierno de Cataluña a presionar al ejecutivo español para que el impuesto a las energéticas no se convierta en permanente. La patronal catalana ha expresado en un comunicado que este tributo, inicialmente pensado como “temporal y excepcional”, puede “poner en riesgo la continuidad” de importantes inversiones en todo el país.
Fomento advierte de que la consolidación de este impuesto podría comprometer el futuro del polo químico de Tarragona, una de las infraestructuras industriales más relevantes de Cataluña. Además, la entidad presidida por Josep Lluís Sànchez Llibre critica las “políticas agresivas” del gobierno español, que, según ellos, se esconden detrás de un “afán recaudatorio” disfrazado de ideología.
La patronal subraya que el impuesto tiene un “impacto económico desproporcionado” sobre la industria catalana y resulta discriminatorio tanto para los operadores que producen fuera de la Unión Europea como para otros sectores económicos.
Fomento también alerta de que convertir un impuesto temporal en permanente sería un “nuevo ataque a la seguridad jurídica y reguladora del país”, con repercusiones que podrían afectar a la inversión y la competitividad del territorio.
Además, la patronal considera que esta medida puede generar desestabilización entre territorios y afectar a la libre competencia, especialmente si alguna comunidad autónoma, como el País Vasco, decide compensar el impuesto a las empresas de su territorio.